[OS] Hitoshi tiene algo que a Todoroki Shōto le encanta.
» quirkless office!au. ooc. smut +18.
» H. Shinsou¡Top; T. Shoto!boypussi
» Credits a Kohei Horikoshi. Bnha.
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Pd: No lo lean o se traumarán, mi mente marrana sólo quiere ver al mundo arder.
NSFW. Office!au. Ooc. Boypussy. Adaptación de mi misma autoria.
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─Sé que te gusto.
Su corazón dio un vuelco en su pecho y sintió que se rompía al son de esas palabras. Nunca pensó que se enteraría antes de que decidiera confesar sus sentimientos, y sin embargo, ahí estaba y era tan real como tener la mirada fría de su superior sobre sus pupilas vacilantes.
Sin ceder a virar la mirada, mantuvo su firmeza pero temblaba; todo él lo hacía. De sus rodillas a sus gestos contrayéndose levemente.
No esperaba que su reacción fuera distinta a la terrible indiferencia habitual en Todoroki, mismo que parece tener la frialdad de un témpano, pero en cambio, recibió una suave mirada que logro descomponer todos, y cada uno de sus sentidos por la impresión de ver un gesto de diversión contenida pintada en su rostro. Tal vez por la reacción que le dio a causa de esa oración de cuatro palabras que terminó por desubicarlo, moviéndole el piso y sin dejarlo pensar coherentemente.
Muy fácil de provocar pero se negó a que se burlara de él, de sus sentimientos y apretó el ceño, negando a que lo viera.
─¿Y...? ─le dijo insolente─. ¿Quieres que te aplauda por descubrir mi secreto?
El rostro de Todoroki se desfiguró sin saber interpretar su sarcasmo, y permaneció quieto.
─No ─pronunció─. Sólo quería saber si era verdad.
Su voz vibró dos tonos más agudos. Caminó a su alrededor; con él, directo a la fotocopiadora, pendiente de las copias que hacía. Demasiado cerca, se sintió envuelto en su aroma. Contuvo la respiración o sentiría como el aire perforaba sus pulmones, pero a ratos no puede contener en aspirar su perfume cuando está tan cerca y verse tentado por estar a su lado. Y huele bien pero quiere verlo, de pies a cabeza en su buen vestir y con el gafete que cuelga en su cuello.
Lo hace. No se queda con el capricho y lo ve y Todoroki lo imita a su vez, posando su mirada penetrante, distinta a cuando lo encaró antes.
Quizá intensa sería la palabra correcta, porque es devorado con esa chispa gélida mientras Todoroki toma una copia ya hecha de las suyas, retira el clip e introduce en la copiadora las páginas sueltas siendo jaladas por la máquina, escaneadas y reproducidas de inmediato y sin parar. Copia tras copia sacadas en un número que no alcanzó a ver. Todoroki entorpecía su tarea con un número ridículo de copias innecesarias pero no puede importarle menos aún si su encargada y jefa inmediata no dejará pasar esa arbitrariedad para reprenderlo.
