Unica parte

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Hanma Shuji, 28 años.

Kisaki, quiero ir contigo
¿Me estás esperando en el cielo? Ojalá que sea así

. . .

Estaba decidido.

Desde el día en el que perdió a la persona que había logrado se enamorase de la vida, desde que perdió a Kisaki, no tenía más motivos para permanecer en este mundo. Aquel rubio le había traído color a su vida tan gris, le había hecho vivir experiencias que le dejaron el cuerpo caliente de excitación y adrenalina. Amó la forma en la que Kisaki hizo que su corazón se acelerara cada que se acercaba con esa sonrisa suya que solo podía significar que tenía un nuevo plan entre manos.

Pero eso fue hace 12 años, y las cosas son diferentes ahora.

El día que Hanma planeaba quitarse la vida fue el mismo en el que se dio cuenta de que podía viajar en el tiempo, ¿cómo? Ni él lo podía explicar, no tenía sentido viajar de esa manera, no es para nada como Kisaki teorizó hace años. Él simplemente quería ver si podía tener sus último tintes de color como en los viejos tiempos.

Corrió por la azotea de uno de los hoteles más altos de la ciudad y, con una sonrisa que se creó en su rostro cuando llegó al filo del edificio, se dejó caer. El frío lo abrazaba mientras que el calor se formaba en su vientre, el aire ondeaba su cabello y Hanma, con un último respiro estiró los brazos para recibir la muerte.

Sin embargo, el destino tenía otros planes para él.

Sintió su cuerpo impactar contra el suelo pero no fue para nada una caída que pudiera lastimarlo. Cuando ajustó su visión pudo ver a alguien parado frente suyo gritando algo que Hanma aún no podía procesar, -¿Eh?-, entrecerró los ojos en un intento de reconocer a la persona que tenía delante suyo,-¡Dije ¿Qué es lo que te pasa?!-, gritó y Hanma sentía que todo le empezaba a ser demasiado familiar, "Perdí", "Él ya debió haber escapado", eran cosas que Hanma había dicho en aquel entonces. Parpadeo un par de veces tratando de comprender dónde demonios estaba.

Él...

Él ya debió haber escapado...

¡Kisaki!

Se levantó con rapidez, tanta que se sintió mareado. Apartó a aquel chico rubio de un empujón y corrió hasta su motocicleta.

Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!

Ni siquiera se fijó si lo había seguido, tomó su moto y arrancó a toda velocidad dirigiéndose a aquella calle donde hace 12 años había encontrado aquel cuerpo destrozado sobre el asfalto.

Por favor que no sea demasiado tarde

Por favor...

Aceleró aún más, inclinó su cuerpo hacia adelante para de alguna manera avanzar más rápido.

Su abdomen estaba hirviendo pero sus extremidades se sentían frías y sus manos sudaban. Solo tenía una oportunidad.

Pudo divisar dos figuras al final de la calle, uno estaba gritando algo que hizo que Kisaki cortara su paso. Hanma apretó las manos en el manubrio y aceleró una última vez, se irguió preparándose para alcanzarlo. Le pedía a cualquier Dios que se atreviera a escucharlo que le permitiera salvarlo.

-¡Kisaki!-, el nombrado volteó hacia donde provenía aquella voz. Hanma pasó por un lado de aquel otro rubio y fue cosa de segundos en los que Hanma estiró su brazo para tomar al moreno como aquella vez que escaparon del enfrentamiento de Tenjiku. Apenas alcanzó a ver de reojo aquel camión porque cuando cruzaron la calle el choque de este hizo que se tambalearan en la motocicleta pero Hanma no se detuvo, abrazó con fuerza a Kisaki cargándolo en su hombro. Teniéndolo por fin entre sus brazos no se permitió desacelerar en ningún momento, no hasta que estuvieran lejos de ahí.

No Volveré a Perderte - HANKISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora