El silencio era aplastante.
De vez en vez se veía interrumpido por el chirrido del metal al arribo del tren en la estación. Cual gato curioso, no tenía la valentía de observarlo directamente, pero sí el atrevimiento de vislumbrar una porción de sus facciones por el rabillo del ojo.
Aún a estas alturas a Yatora aún le costaba compartir el mismo espacio con él, el corazón le palpitaba con fuerza, podía sentir cada latido que le emanaba del pecho. Bajó la mirada en un intento de distracción, concentrando su atención en las figuras que se formaban en el suelo, sus labios vacilaron al intentar formar cualquier palabra por lo que optó en abstenerse y prolongar el vacío verbal.
Abordaron sin más, tomando asiento uno al lado del otro.
Se diluían en la noche las finas luces de una ciudad insomne, absorto se sentía engullido por la incertidumbre. Los recuerdos del paseo permanecían vividos pero callados, a penas y habían cruzado palabras y aquel silencio lo asfixiaba.
Mil pensamientos se atravesaron cual cuchillas por su mente, llevándolo incluso a las primeras memorias que compartían, eran agridulces, eran confusos, eran mudos.
Había pasado tiempo, quizás demasiado tiempo desde la última vez que se encontraron.Y el tiempo era suficiente para desvanecer muchas cosas.
- Gracias. -
La irrupción le ocasionó ligero sobresalto, su respiración se aligeró en un suspiro de alivio, dibujando una amplia sonrisa en sus labios.
- Sabes que espero tu llamada cada año. - Contestó casi de inmediato.
- ... -
Sintió el peso de su cabeza apoyada en su hombro.
El frío del invierno, se disolvió de su mano... Y de su corazón.
Furtivos y cálidos se entrelazaron un par de helados dedos.
- Feliz navidad ... Yaguchi. -
- Feliz navidad, Yotasuke. -
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Sin palabras
FanfictionUna vieja promesa desemboca el florecimiento del antiguas emociones. "'¿Acaso habrá pasado demasiado tiempo?"