Barrera

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Algo no estaba bien. Kojiro había notado como Kaoru se había alejado de él durante los últimos días. Sin embargo, no entendía muy bien el por qué.

Todo había sucedido después del incidente que acabó con los dos en la cama. El peliverde juraba haberlo manejado de la manera correcta, pero ahora su mejor amigo apenas y podía mirarlo. Incluso notó que cada que lo hacía, aunque fuera de reojo, sus ojos se cristalizaban al instante y su voz se volvía más débil.

Esto destrozaba su corazón. Aún no recordaba bien aquella noche de viernes, pero sea lo que sea que haya pasado, seguramente fue tan malo que destrozó la confianza entre Kaoru y él.

–Y así están las cosas– contaba a Oka y Hiromi.

Los tres se encontraban en una bonita cafetería al aire libre situada frente a la torre Eiffel.

El pelinaranja suspiró –¿Han intentado hablarlo?–.

–¿De qué serviría si no recordamos nada?–.

Soltó un gruñido –Ok, no quería ser yo el que lo dijera, pero, Kojiro– lo tomó por los hombros –¿Has pensado que tal vez tú también le gustes a él?–.

–¿¡Qué!?– soltó –Pero claro que no– se sonrojó –Quiero decir ¿Por qué lo haría? Él es asombroso y sexy y yo...

–Tú eres uno de los chicos más atractivos de nuestra generación, jugador más valioso del equipo representativo, tienes una banda y eres su mejor amigo desde jardín de niños– lo interrumpió –Carajo, hombre, y yo que creí que no podía existir nadie más ciego que Langa. Si él no sintiera lo mismo que tú ¿Enserio crees que te hubiera ayudado tanto?–.

–Mi chico tiene razón– habló Oka, así causando un sonrojo en su novio –Kaoru no sólo diseñó un logo y vestuario para nuestras presentaciones. Incluso, en un principio, te llevó a un concierto de una banda independiente para que veas de lo que somos capaces– dio un sorbo a su refresco –Además, todos hemos visto cómo te mira ¡Kojiro, estoy casi seguro de que ese chico te ama tanto como tú a él!–.

El rostro del peliverde ahora estaba pintado de un muy notorio rojo chillón.

¿Podría ser eso cierto? ¿Su mejor amigo le correspondía?

–Pero, si es así ¿Por qué no entendió que las canciones no eran para él?– murmuró.

–¡Por qué no eres directo!– le gritaron los otros dos.

–Dios, que afán de complicarse la vida– bufó Hiromi.

Se hizo un pequeño silencio.

–Le escribiré una nueva canción– sonrió.

–Tú no aprendes ¿Verdad?– arqueó el castaño una ceja.

–No es como ustedes creen– se apresuró a decir –Esta vez será auténtica y personal. Solo seré yo y... Le confesaré mi amor– miró hacia el horizonte.

–¿Por qué de repente actúas como en una comedia romántica?– preguntó Hiromi.

–Los adoro, chicos– lo ignoró y abrazó a ambos –Los veo luego– se fue corriendo.

–Espera ¿A dónde vas?–.

–A recuperar al amor de mi vida– se fue.

–¡No pagaste tu parte de la cuenta!– gritó Oka –Idiota– se cruzó de brazos.

El menor seguía corriendo como si su vida dependiera de ello. Recibió varios insultos gracias a que se atravesaba entre la gente, pero le daba total igual. Su prioridad en ese instante era encontrar al peli rosado.

Cherry Blossoms (JoexCherry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora