Los seres humanos somos una raza egoísta, cuando somos generosos en el fondo de nuestra gris alma escondida entre los escombros hacemos buenas acciones con una pequeña cucharada de egoísmo. Nuestra alma es gris por que no es completamente negra ni completamente blanca, ya que hay ocasiones en las que nos toca ser cortada y hay ocasiones en que somos arma, no lo controlamos, es lo que somos. Seres humanos embriagados en la idea de que solo el amor es capaz de rescatarnos de el enorme sufrimiento causado por la existencia. Amamos profundamente y egoístamente, no existe tal cosa como amor que da todo, amamos por necesidad. Amamos para intoxicar el alma a ratos, mientras da giros y vueltas repletas de emociones y cariño a nosotros mismos, amamos por egoísmo, somos seres humanos.