Memento Vitae

Capítulo 20: Divide...

Julio 2033 – Laboratorio Subterráneo: Intersección / Drenaje – Tadao

La niebla que emanaba del suelo metálico, hacia resaltar sus brillantes ojos como el cielo de un día sin nubes. El aire frio que rosaba nuestras pieles, era anulado con los escalofríos que recorrían a través de nuestra columna y huesos. Su apariencia, su aura, su mismo ser era un enigma para todos los presentes en la habitación, sin embargo, almenos en mí, podía sentir cierta familiaridad, como si ya lo hubiera conocido antes, pero ¿Cómo?

- Bienvenidos... ¡Bienvenidos a todos! – Exclamó fervientemente dicha persona. Su voz, es la que provocaba ese sentimiento, al escucharle, cada parte de mi cuerpo deseaba estar en otra parte, lejos de esa situación abrumante, no había quien más que causara esta reacción en mí, pero cómo es posible que ahora, lo veamos en carne propia, algo sumamente inesperado.

- Creo que no me había presentado formalmente con todos ustedes, pero ¡Henos aquí reunidos! – con un tono de voz maduro, bastante neutral, pero siniestro, esbozando una media sonrisa, perturbando cada parte de nuestro ser. Incluso los infantes, se mostraban con una expresión aterrorizante, tal vez conocerle era solo la pequeña punta, de la energía negativa que emanaba la persona.

- Respondo al nombre de Philip J. Cordigan, pero ustedes pueden decirme Dr. Cordigan, a sus servicios... - hacía una reverencia como si de un acto teatral se tratase – Ya nos habíamos conocido... fui su guía, ¡su alba en el laboratorio! La voz que les reconfortaba en todos sus momentos cruciales y de crecimiento.

- Maldito pe**o, ¡¿te atreves a mostrar tu estúpida cara después de todo lo que nos has hecho pasar?! – se acercaba Ceren golpeando el cristal, el cual ni siquiera tuvo vibraciones, parece ser un vidrio bastante resistente.

- Cuida tus palabras, mocosa – el cambio del Dr. Fue radical, parecía ser ahora otra persona, justo como tenía sus cambios de tono y personalidad cuando se comunicaba con nosotros mediante los altavoces del laboratorio – Ejem... continuo, como sabrán, o tal vez no, realmente no importa en este punto, los he traído aquí porque quería probarlos, quería hacerlos fuertes, o ¿Sería así realmente?

- Suelta los actos dramáticos, ¡es buen momento para que empieces a hablar doctorcito! – Se escuchaba la voz de Sebastián agitada, incluso, molesta.

- ...Vitaelux... mi precioso Vitaelux... ustedes portan ahora las seis mejores versiones de mi creación... – todo rebasaba de lo absurdo, no conocía que hablaba, pero parece ser que todos en la habitación nos encontrábamos en la misma situación, no podíamos huir, teníamos que, forzosamente, escuchar los delirios del hombre que nos provocó esto, es terrible.

- ¿De qué habla? ¡Explíquese! – Ruby lo confrontaba también.

- Verán... hace algunos años yo... era una persona tan aburrida como ustedes, vivía mi vida bajo absurdas mentiras, pero mi mente, ¡Oh mi mente! No encajaba con las pobres cabezas de mis alrededores... fui forjado, fui aplastado y humillado – Su expresión demostraba cierta tristeza, pero parecía algo fingida, quien cree que somos para creerle este tipo de acciones, está totalmente en un error si cree que caeremos con eso, es un humano carente de sentimientos – Incluso tenía una pequeña tan hermosa como ella – volteaba su mirada a Samantha, que cada vez se escondía más detrás de Sebastián, la comprendo.

- La señorita Mcleod puede comprender el dolor de perder a alguien querido... ¿No es así? – Ahora su mirada, y la de todos, se enfocaba en Ruby.

- No... tú no sabes de mi... no nos parecemos en nada – ella respondía, sin mirarle fijamente a los ojos. Volteó a verme, su mirada cargada de ira, pero también abría una ventana al profundo dolor que podía sentir en ella, no todo en la superficie revela la realidad de una persona, la comprendo, la entiendo.