Desde que tengo memoria he sido incomprendido por el mundo, invisible para los demás, no destacando en nada simplemente en mi mundo, donde solo estamos yo y mi arte el cual me hace dibujar y crear historias que se adapten a mis gustos, soy un chico de unos gustos bastante peculiares pero eso no quiere decir que sea raro…¿o si? De verdad que no lo sé.
Hoy era un dia normal en la preparatoria o por lo menos eso creía cuando me topé por accidente con el mayor bastardo de la escuela, era un chico realmente desagradable, llevaba siempre ropa de tonos oscuros y acababa con todo a su paso, el típico vándalo que no duda en golpear 3 veces, estaba listo para recibir un gran golpe.
—Lo siento...— Su voz era bastante gruesa, pero me sorprendió más que no me golpeara.
—No te preocupes... está bien— bajé la mirada.
—Hmmm yo te tiré esa cosa...dejame comprar otra por lo menos— ni siquiera me había dado cuenta que la leche de fresa que había comprado se cayó.
—No es necesario, de verdad— estaba nervioso, no quería un moretón en la cara.
—Dije que compraré otra— Sin más me tomó del brazo delicadamente y me llevó a la cafetería.
—Te dije que no era necesario, estoy bien— mi voz se escuchaba algo baja por eso él no me escuchó, compró la leche y me la dió.
—Toma— agarré la leche y lo vi sonreír un poco para después irse.
Me había quedado completamente confundido, ¿ese chico siendo amable? Bueno no tan amable pero si a su manera.
Cuando iba por los salones de la institución podía sentir como me miraba, tal vez era mi imaginación pero me lo encontraba en todo rincón, cada que nuestras miradas se encontraban él volteaba a otra parte tal vez sea alguna clase de acosador, será molesto tener sobre mi a alguien todo el tiempo, no estoy acostumbrado a lidiar con personas y menos con delincuentes como él.
Al pasar de los días seguía viéndolo por todas partes, pero esta vez no era él quien me seguía, era yo él que lo hacía, no estoy orgulloso de eso pero ese chico había llamado mi atención. Sentía sus miradas días anteriores pero últimamente ya no lo hace, como si hubiera perdido el interés en verme o algo pero quizás solo eran pequeñas coincidencias lo que hacía que nos viéramos.
—¿Me estás buscando verdad?— escuché una voz bastante conocida detrás de mí, al recordar a quien pertenecía no quería ni voltear.
—No, no estoy buscando a nadie— seguía sin voltear y mis manos temblaban.
—Te he estado observando estos días, eres un tipo bastante interesante, es raro que alguien despierte mi interés— me tomó del brazo haciendo que lo mirara.
—¿Qué te pasa? No puedes simplemente ser así con las personas, sé más delicado grandulón— estaba tan molesto, no me gustaba ser tocado y mucho menos de forma agresiva.
—Ah… Una disculpa, no fue mi intención lastimarte o algo— se separó un poco.
—Como sea, ¿Vienes a golpearme? Si vas a hacerlo hazlo ya— estaba intentando hacerme el valiente pero estaba muerto de miedo.
—Para nada, no me interesa golpearte, sabes, eso es raro hasta para mí, yo quería saber si tu estabas libre este fin de semana— su semblante era serio, no mostraba ningún tipo de expresión.
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Noisy
RomanceOliver es un adolescente con grandes ambiciones, su gran admiración hacia el arte le dará una oportunidad de formar una banda de rock alternativo y conseguir nuevos amigos con los cuales pasar el tiempo, pero no solo eso, si no que también le dará l...