UN NUEVO INTENTO - PARTE 3

101 12 11
                                    

EXTRA 5

—Un nuevo intento (Parte 3)—

—Parker y Emma—

—¡Claro que pasa porque Parker es padre, solo que no lo acepta! ¡No sabes dónde demonios se encuentra ni esa mujer!

—¡Neferet!— grito sin poder evitarlo

Este era nuestro secreto.

Joder.

—¿Qué?— Aidan me mira pasmado

—Piensen en sus tres hijos, no pueden estar estancados en una etapa. —digo finalmente.

Luego de nuestra discusión, Aidan pareció que salió de casa y Neferet se quedó sola.

Sinceramente parecía que se estaban destruyendo el uno al otro.

Más semanas habían pasado y por lo menos Aidan ya estaba tomando conciencia y trataba de hacer que todo vuelva a ser como antes. Emma venía seguido a verlos —por consiguiente, pasábamos tiempo juntos— , su madre igualmente y la madre de Aidan también, en un intento de ayudar a ____.

Pero todo terminaba igual.

En llantos que solo se calmaban si Aidan estaba ahí con ella.

Después de todo ambos seguían estando para el otro. Y es donde me puse a pensar que quizás ya era hora de buscar una pareja.

Pero luego veo a mis amigos salir de fiesta, tomar, andar con chicas guapas, y ya no quería eso.

La última semana después de los tres meses, Neferet pareció empezar a tomar de nuevo las riendas de su vida porque empezaba a salir de su habitación. Se veía apagada pero aún así trataba de sonreír y hablar más.

Hoy, ella estaba en su trabajo por lo que me encontraba con los niños y Emma cocinando.

—¿Mayonesa o Ketchup?— dice desde la cocina

—¿Para qué?— digo extrañado

—Para las papas fritas. No sé si te sigue gustando el ketchup

—Amo el ketchup— replico, ofendido

—Amas el ketchup— murmura más para si misma, como si lo asimilara— Es asqueroso

—Guárdate tus comentarios que no los quiero. Suficiente con Neferet.

—El ketchup es rico— Samuel dice

—Te voy a adoptar— digo de inmediato

Escucho a Emma reír.

—Ya siéntense, ya esta servido.

En todo el almuerzo nos la pasamos hablando de cosas random —como le dice Luciana—. Me quitan una responsabilidad al ver que comieron toda su comida y no dejaron nada.

Recojo los platos con Emma y los llevamos al fregadero.

Tomo aire cuando siento que me esta mirando fijamente. Ah, ya sabe que quiero decir algo. 

No sé por qué me siento con la necesidad de avisarle, de escuchar su respuesta.

«Si, me estoy volviendo patético»

—Volveré a Alemania pasado mañana— frunzo los labios.

Veo su expresión de reojo. Aprieta los labios, quizás asimilando, pero terminando asintiendo.

Tu Mirada [Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora