El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)

C A P I T U L O 18

—¿a dónde iremos? —preguntó una vez que el auto arrancó.

—estaba pensando en que podíamos comer en algún puesto de comida —contestó con la vista en la calle —se que no te gustan los restoranes con gente fina y a mi tampoco así que…

—esta bien, me gusta tu plan —sonrió en grande, haciendo de sus ojos dos líneas.

Al cabo de unos minutos llegaron a un puesto de comida, pidieron varios platillos y cuando los alimentos estuvieron listo comenzaron a comer.

—¿cuánto tiempo vas a quedarte? —preguntó Yoongi.

Jimin terminó de masticar para hablar —tal vez un mes, por ahora estoy de “vacaciones” —hizo comillas con sus dedos —hasta que llegue el otoño allá.

—oh, comprendo —asintió, agarrando un trozo de la carne con sus palillos —espero que tengamos muchas citas antes de que te vayas.

Rio con timidez —claro que si —sonrió, tomando un pedacito de carne con los palillos —prueba este, seguro te va a gustar —y le acercó la comida.

Sonriendo atrapó el pedazo con su boca y degustó el jugoso sabor. Abrió los ojos sorprendido —¡esta delicioso! —habló con las mejillas llenas.

Un sentimiento cálido invadió su pecho, su hyung estaba sonriendo con él. Compartieron varios bocadillos, llevando los trocitos a la boca del otro, una costumbre que tenían desde siempre. Ambos sentían como si el tiempo retrocedieron y volvieran a ser esos chicos que comenzaban a amarse.

—¿sigues trabajando en el estudio? —cambió de tema.

—si, ahora nos expandimos —aclaró —Hoseok se encarga de las coreografías de los trainees, Namjoon los ayuda con la letra de sus canciones y yo hago las melodías —explicó —pero ahora cada uno tiene su piso, compramos una propiedad más grande y aunque no es la gran cosa, todos estamos más cómodos.

—eso es maravilloso, he visto algunas bandas y solitas salir de tu empresa —confesó—son realmente geniales.

—duele verlos irse pero cuando triunfan siento un gran orgullo —se dejó llevar. Parpadeo varias veces y miró a Jimin —¿qué haz hecho durante estos años?

—cuando me fui estuve viviendo con Taehyung en su departamento —comenzó —al principio sentía que invadía su espacio aunque él casi nunca estaba, por suerte conocí a una señora que me ofreció trabajo en su florería y poco a poco fui ahorrando. Cuando junte dinero suficiente, quise mudarme pero Tae no me dejó ir —rieron divertidos —literalmente se aferró a mi pierna como un cachorro y lloró para que no lo dejara, incluso ensucio mis jeans con sus mocos.

—lo puedo imaginar —rodó los ojos —pero ¿cómo terminaste siendo modelo?

—Tae me llamó una tarde desesperado porque su compañero de fotografías había faltado, me rogó que lo ayudara y reemplace a ese modelo —recordó —a Rose le gustaron mis poses y me pidió que posara con varias prendas. Luego me convenció de desfilar y acepté.

—vaya —levantó las cejas —¿y cómo es que nunca te vi en las revistas?

—Rose sabía sobre mi pasado así que trato de mantenerme en un perfil bajo, en revistas y desfiles que solo se daban en Venecia —aclaró.

—oh… comprendo —asintió —me gusta lo que haz hecho con tu cabello, resalta tu belleza.

—¡hyung! —se quejó, cubriendo su rostro sonrojado —no diga esas cosas así de repente —murmuró avergonzado.

Yoongi tomó su mano con cariño y le besó en el dorso pero su hermosa burbuja fue pinchada por un carraspeo.

—hola Yoongi —saludó una voz femenina y seductora —tanto tiempo sin vernos.