OMEGAVERSE. TERMINADA
*primera parte terminada*
JiMin es un Omega, lujurioso e apasionado, fue criado toda su vida en un prostíbulo y el creyó que ese era su futuro, pero... ¿que pasará cuando conozca a su destinado?
quizás el amor rompa barreras...
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Los días pasaban pesadamente JiMin cada vez estaba de peor humor y YoonGi agotado, el lazo que los unia a ambos por medio de la marca hacia que YoonGi sintiera todo lo que JiMin estaba pasando mínimamente.
El cuerpo de JiMin no daba más, el pequeño cachorro había fracturado una de sus costillas, había apretado sus pulmones haciéndolo respirar con dificultad, y hacia que su corazón bombeara más sangre de la que podía, el cachorro era una total carga para el cuerpo de Omega, y aunque HoSeok había dicho días atrás que a ese paso JiMin no iba a resistir el parto y lo mejor era interrumpir el embarazo, él Omega se había negado.
JiMin le prometí a YoonGi que él y el cachorro iban a estar bien, él era fuerte y tal y como sobrevivió para traer a su primera camada al mundo lo aria con este.
YoonGi estaba preocupado, su Omega podría morir, dejándolo solo con 3 cachorros, él no podría solo, ahora mismo JiMin era lo único que lo mantenía cuerdo, desde la perdida de sus padres, el alfa se sentía deprimido, pero no lo había demostrado porque tenía que ser fuerte por y para su familia, y más con un Omega encinta.
—cariño...— hablo el Omega sacando a YoonGi de sus trágicos pensamientos.
— dime.— respondió YoonGi.
— te... Te necesito, ahora.— el Omega mordió su labio coqueto.
Y si. Ni siquiera estando en una situación como está a JiMin se le bajaba la calentura, y él "pobre" de YoonGi solo se dejaba usar.
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Desde el pasillo del hospital se escuchaban los gemidos y gruñidos de YoonGi y JiMin, el aroma a romero infestaba todo el lugar, a la pareja Min no le importaba ser escuchada o vista.
— ohhh... Si, si.— gruñía YoonGi mientras era montado por su esposo.
Aunque siempre fueron muy activos en la cama, JiMin tenía las hormonas por los cielos, y habían tenía el mejor sexo de su vida.
— te... te gusta, cariño.— hablaba el Omega sin detener sus movimientos, cabalgaba a su esposo como si de un jinete profesional se tratara.— ahhh... YoonGi!!
