CORTOS KATSUDEKU

❀〘La bruja más poderosa 〙❀

DEKUKATSUFEM

Katsuki Bakugo Mujer

Medieval

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Katsuki Bakugo era considerada la bruja más poderosa y asombrosa de todos los tiempos, pudiendo dominar la magia Roja –que se creía extinta desde hace cientos de años- era bien temida y respetada por aquellos practicantes de la hechicería, cargando con el peso y responsabilidad que su magia traía consigo. Desde muy pequeña se le había instruido para que supiera usarlo con responsabilidad y en servicio de su pueblo, y a pesar de su arisco carácter y su tosca forma de hablar, ella daba todo de sí para no defraudarlos y ser esa persona que la comunidad esperaba de ella.

Conforme su edad avanzaba, su magia se fortalecía, y ya a sus treinta y un años podía lograr encantamientos e ilusiones que sus más avanzados cófrades del ocultismo y las artes mágicas les tomó una vida y media hacer. Se había hecho una bruja de renombre, yendo a donde la necesitaban y marchándose tan pronto su labor se cumplía.

Pero para Katsuki, todo aquello se sentía vacío.

Al principio le gustaba aquello, ser venerada cual diosa y jactarse de poseer magia de alto calibre, sintiendo la envidia de los más jóvenes y la admiración de los mayores. Tuvo sus declives como cualquier ser humano, siendo halagada constantemente y reverenciada se sentía como la más perfecta maga que existiera en el mundo. Ella misma había creado una barrera entre el mundo y su persona, siendo que nadie era suficiente para satisfacer sus intereses –y no es como si en sus momentos tuviera alguno-.

Ahora, sentía que todo aquello había sido una mala idea, le gustaba ser respetada, pero aquella devoción que todo el mundo tenía sobre su persona ya la tenía harta, y más ahora con su edad y las insistencias de su madre por encontrar marido, sugiriéndole algunos hombres que crecieron con ella y se habían esforzado en el pasado –y en su presente- por llamar su atención, claro que ninguno lo consiguió y no es como si lo consiguieran ahora.

En sus incontables viajes a aldeas siempre veía escenas de familias, y en sus veintiocho años eso había llamado de sobremanera su atención, un sentimiento nació en ella, un deseo tan fuerte que no supo describirlo en su momento, pensando que sólo era una emoción pasajera. Cosa que no fue así, y lo entendió a sus veintinueve, cuando ayudó a mujer que vagaba sola por la carretera por donde ella también iba camino a la capital, y la cual traía un avanzado estado de embarazo que supo su razón.

Quería un hijo, simple y llanamente. Al principio estuvo dándole muchas vueltas, pero todas caían en la misma conclusión, quería un hijo, punto y fin.

Pero claro que no podría hacerlo sola, tal vez fuera una maga poderosa, pero ni siquiera la más poderosa podría traer vida sin consecuencias, y vaya que sí buscó, toda la información dejándole con un amargo sabor de boca al ver que para traer una vida habría que arrebatar otra. Y ella, por mucho que algunos odiosos dijeran, no era una asesina.

Y es así donde llegamos a ese momento, donde una solitaria Katsuki se encontraba sentada debajo de la sombra de un gran árbol floral, haciendo algunas ilusiones para los niños de aquel pequeño pueblo que se acercaron al reconocer a la gran maga Roja, la mujer que podía manipular la realidad. Sí, un título muy exagerado por un idiota Kirishima –un mago de piedra-.

— ¡Es impresionante!

— ¡Usted es muy linda!

— ¡¿De verdad conoció un dragón?!

Eran las preguntas y habladurías de los pequeños al frente de ella, sonriendo con cariño ante los infantes, pero una presencia le congela la sonrisa, logrando que detenga el movimiento de sus manos, haciendo la ilusión se congelara en el aire.