Prólogo

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El mundo ha cambiado.

Mi pueblo natal... Dónde nací y crecí...
Ha sido tomado por...

Zombie: GRAAAGH

Yo: AAAHHHHH

Esos espantosos monstruos. No tengo idea de lo que ocurrió. Desde aquel día... Todo es diferente ahora.

(Unos días atrás)

Yo: ¡Adiós, mamá!

Mamá: Cuídate de camino a la escuela, querida.

Yo: ¿Por qué? ¿Pasó algo?

Mamá: Dijeron que hay una protesta. Lo escuché en las noticias esta mañana.

Yo: La escuela no dijo nada. Debería estar bien.

Mamá: Tienes razón. Hubiesen avisado si algo ocurría. A alistarse para el trabajo entonces.

Yo: Oh, casi se me olvida, mamá.

Mamá: ¿Qué, cariño?

Yo: Salgamos a cenar ésta noche. ¡A un lugar bonito!

Mamá: De acuerdo, ha pasado un tiempo desde que comimos afuera.

Yo:... ¿Una protesta? ¡No lo creo!

No fué hasta entonces, cuando todo colapsó, que el gobierno anunció el virus desconocido.

Hay una clase de epidemia.

Y si eres infectado, te conviertes en un sanguinario zombie.

Los infectados están mentalmente muertos pero siguen funcionando físicamente -- son los muertos vivientes.

Dominados por sus poderosos instintos, lo único que quedaba para ellos era el deseo de morder a un humano vivo.

Hasta ahora, he aprendido que...

Uno, te infectado por contacto directo con su sangre o saliva.

Incluso la mordida más pequeña puede convertirte en una bestia caníbal.

Yo: Es horrible el solo pensar en eso. No quiero convertirme en uno más.

Dos, los síntomas aparecen dentro de una hora de la infección.

Esta es información útil.

Por último y el hecho más devastador de todo es  que el origen y tratamiento todavía son desconocidos.

Lo que me hace sentir aún más indefensa.

Solo tengo que aguantar hasta que alguien pueda encontrar una cura.

Tengo miedo a la muerte.

Pero también tengo miedo a quedarme sola.

Me estoy volviendo más escéptica sobre el futuro.

¿Qué pasó con los demás?

No he visto a una sola persona desde mi primer encuentro con un zombie de camino a la escuela.

Espero que mi mamá y mis amigos estén bien.

¿Dónde están...?

Yo: (suspira)

He pasado todo el día huyendo de zombies.

Quiero ir a casa.

Pero sé que no puedo.

Me he estado escondiendo en casas vacías.

Moviéndome de un lugar a otro cada día, como un nómada.

Compañeros peligrososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora