11. La donación

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Llevamos media hora caminando y al parecer aún nos falta demasiado, mis pies duelen ¿No había un orfanato más cerca? Bien... No me puedo quejar o al menos eso creo, Angela enojada me da miedo así que prefiero no quejarme.

Ambos vamos cargando cajas, después de sacar sus juguetes también busco ropa que ya no servía, ella lleva la ropa esa caja no pesa nada pero la de juguetes es demasiado pesada.

-¿Podemos cambiar de cajas? Esta pesa mucho -le pregunto haciendo un puchero.

Me da una mirada divertida y contesta de inmediato -No, yo soy muy pequeña y si me das esa caja me voy a caer ¿Eso es lo que quieres?

-No y gracias por recordarme que eres un bicho, sabes —trato de rascarme mi nariz -Ya me cansé de decirte bicho, de ahora en adelante te llamaré chapulín -comienzo a reírme

-Uff siguete riendo no me importa, yo te llamaré jirafa de todas formas ya eres una -dice mirándome de pies a cabeza.

-Y tu ya eres un bicho -copio su acción -En fin llámame como quieras chapulín.

-Genial bien dame esa caja -dice poniendo la caja de ropa en el piso.

-No gracias seguiré con esta, creo que me gusta más -empiezo a caminar aún más rápido.

-Gregory espérame eso no es justo tus piernas son largar y avanzas más, en cambio yo tengo que correr para alcanzarte.

-Ese no es problema mio, es más no tienes que caminar solo brinca chapulín así avanzaras más rápido.

-No es divertido Gregory después de entregar estas cajas te voy a matar tenlo por seguro.

-Sabes, tu eres como ese primo de Bob esponja tan diminuto así que tus golpes solo me darán cosquillas.

-Ay solo cállate, hemos llegado.

¿En qué momento llegamos? Creo que cuando molesto a Ángela el tiempo se pasa volando.

Es un edificio grande de color verde en verdad esto no parece un orfanato.

—¿Puedes tocar el timbre? No alcanzo —dice rendida.

—Si mi general —rio y acato su orden tocando el timbre.

Una señora de edad mayor abre la puerta y nos regala una sonrisa y Angela se acerca a ella con sus brazos extendidos.

—Mi chulita ven aquí —dice la señora a Ángela.

Valla al parecer se conocen

—Gregory mira ella es la señora Lauren, nos conocemos desde hace ya mucho tiempo.

Me acerco a la señora y la saludo —Mucho gusto señora Lauren.

—Mucho gusto joven, bien Angela ¿Qué trajiste esta vez para mí? —se hace a un lado para que puedamos pasar.

—Traje ropa y algunos juguetes para los niños —pone las cajas en un escritorio.

—No es necesario que hagas esto, puedes venderla y sacar dinero de esto.

Angela alza la mano y la interrumpe —No, no haré eso lo más importante en las personas es su humildad, eso me lo enseño papá —se encoje de hombros.

—Angela tiene razón aparte esto le servirá a los niños para que se diviertan un poco —le regalo una sonrisa.

—Son un niños demasiado buenos y como muestra de mi agradecimiento les regalare un poco de comida, siganme.

.

La señora que hace comida cocina delicioso nos hizo bastante comida y siento que mi panza va a explotar.

Caminamos en silencio hacia no se dónde ella observa las nuves y los pájaros que vuelan sobre nosotros.

Ella me mira con una sonrisa y después habla.

—Sabes... Yo ya te eh contado de como son las cosas dentro de casa, pero tú aún no me cuentas nada sobre tu familia.

—¿Que te gustaría saber? —muestro interés aunque en realidad no es así.

—Las veces que eh visitado tu casa siempre está tu mamá ¿Qué paso con tu papá?

—Eres muy directa, pero te lo contaré, mi padre no está conmigo desde hace tiempo el es un alcohólico una vez simplemente se salió de casa y nunca más volvió, y sinceramente así es mejor no lo quiero ver —me encojo de hombros y ella solo me mira.

—¿No quieres ver a tu papá? ¿Por qué? —su cara está llena de curiosidad.

Doy un largo suspiro y contesto su pregunta —porque cuando el no bebía era el mejor padre del mundo, cariñoso y cocinaba para mamá y para mí, pero cuando bebía era un completo monstruo, nos pegaba e insultaba. Por esa razón odio el tema sobre maltrato intrafamiliar yo lo pase.

—Nunca pensé que pasabas por esa situación pareces un chico que nunca a sufrido.

—Las apariencias engañan Angela, por esa razón nunca debes de confiar en nadie a simple vista.

—Das buenos consejos o al menos eso creo.

—Mi mamá piensa lo mismo, dice que es por todo lo que eh vivido, yo solo pienso que me inspiró mucho para decir esas cosas.

Ella no dice nada, seguimos caminando pero ahora mi cabeza parece estar por otro lado, recuerdos abrumadores llegan a ella de como sufrí de pequeño, todos esos gritos y peleas dentro de casa.

Una voz hace a qué todo se esfume.

—Jirafa ¿estás bien? —pregunta mi pequeño bicho colocando su mano en mi brazo.

—Lo estoy, solo pensaba en cosas pero estoy bien no te preocupes.

Ella me regala una sonrisa y habla.

—Se empieza a oscurecer estrellas comienzan a salir, me gusta mirarlas ¿Podemos ir al lugar más alto de la ciudad para poder mirarlas?

Oh por dios le gustan las estrellas igual que a mí, ella es maravillosa

—Todo lo que quieras chapulín, si quieres verlas y que tú padre no te regañe por llegar tarde hay que darnos prisa —La tomo de la mano y comienzo a correr junto a ella.

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Nota de la autora.

Eso de querer subir tres capítulos a la semana no es lo mío, me quedé en bloqueo creativo jsjs y todo eso.

Por otro lado me enferme de gripa y tos muy probablemente, covicho pero no lo creo.

De hecho en este preciso momento tengo temperatura.👍😀👍

Bien, sin más cuídense mucho no bajen las medidas de prevención. 💗🤸

𝔊𝔬𝔱𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔞𝔤𝔲𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢 [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora