"Bajo El Mismo Éxtasis"#1✔️ (Terminada)

Capítulo 31

Dedicado a RosinaNiche

★Sean Thompson★

Subimos y bajamos el ascensor lo más rápido que pudimos, pero ya no podíamos pasar, la puerta de emergencia es solo para personal autorizado.

— No creo haber visto mal pero ¿Ese no era Max? — Indaga Augusto mirando en dirección a la puerta.

— Samantha. — Susurra Miles, la preocupación en sus ojos, es notable.

Miles y Augusto siempre han sido muy cercanos, desde siempre, por eso cuando sucedió lo del accidente y todo lo relacionado con el, Augus sufrió mucho, Augusto solo le lleva un año a Miles, pero es como si hubieran nacido juntos.

— Ella está repitiendo todo, — Comenta Alexis caminando de un lado a otro de la sala de espera. — Pero... ¿Porque? ¿Cuál es el motivo?

— Sus padres son unos malditos posesivos, su madre la trata como la mierda y Max a cambiado bastante, hace unas horas le pegó.

Alexis se detiene en seco y me mira.

— Todo esto es extraño, porque el mismo día que Santiago empeoró ese mismo día fue el accidente. — Añade comprendiendo algo. — Ella está repitiendo la historia, para salvar a Santiago.

— ¿Pero porque lo haría? Ella había sufrido mucho por ellos, si hace eso entonces pasará tres años en coma. — Comenta Miles con los ojos llenos de lágrimas.

Todos caminamos hacia el y lo abrazamos. Queremos a Miles, porque aunque no es nuestro hermano, lleva nuestro apellido y crecimos con el. Se había encariñado con Sam y eso edt algo muy difícil, porque a Miles le importan pocas cosas.

— Ella estará bien Miles. — Lo anima Augusto dándole una palmada en el hombro.

Dejamos la sala de emergencia y subimos a ver a nuestro padre, nos sentamos a espera de noticias de Marco, pero todos sabemos lo que pasará.

Mi mente vuelve a ella, Sam, esa estúpida chica que detesto tanto, a pesar de que provocó toda esta situación de mi padre, no puedo evitar sentirme preocupado por ella.

Verla en esa jodida camilla, ensangrentada, con un cuello ortopédico y una venda en la cabeza, su mano guindando fuera de la camilla como si estuviera muerta y su rostro estaba irreconocible por la cantidad de heridas y sangre sobre ella.

Nunca me han importado muchas cosas, tal vez mucha gente piense que soy un insufrible y que no me importa nada, la verdad no me importaba nada...

Hasta que llegó ella.

Sin poder evitar dejar de pensar en ella, el cansancio y el estrés del día me terminan venciendo, quedándome dormido.

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La puerta se abre despertándonos a todos, en ella aparece Marco con una sonrisa.

— Chicos hemos encontrado transplante.

— ¿Enserio? ¡Dios que bueno! — Exclama Ivette levantándose y caminando hacia papá — Vas a estar bien papá, Ivy está aquí.

Augusto se acerca a Marco y toca su hombro.

— Gracias por todo Marco.

— Es mi deber chicos, le debo mucho a este hombre, anoche llegaron tres personas y pudimos conseguirlo.

— Nos dimos cuenta anoche, ¿Recuerdas a Max? — Le pregunto caminando junto a él fuera de la habitación.

— Sean, se que es difícil de procesar esto pero... Quien llegó anoche aquí, fue Max junto a su familia, su esposa y su hija.