Lazos de sangre ©

☽|Capítulo 1|☾

"REVELACIONES"
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𝐌𝐞𝐠𝐚𝐧

Nos encontramos corriendo mientras nos perseguían, mis piernas pedían un descanso de lo adoloridas que se encontraban, pero lo único en lo que me fijaba era en no perder a mi hermana Elizabeth de vista, no estaba segura de cuánto tiempo estábamos corriendo para poder perderlos de vista. Me pregunto en qué momento se fue todo al demonio

Tal vez cuando nos vieron volviendo a casa luego de la escuela y empezaron a perseguirnos

Tal vez, cuando se descubrió la existencia de lo sobrenatural

Tal vez, todo se había ido al demonio mucho antes de todo esto, incluso antes de que descubrieramos que éramos parte de lo sobrenatural, quién sabe...

Lo que sí es seguro es que nuestra casa ya no es segura. No estoy segura de que algún lugar sea seguro ahora mismo

Doblamos en una esquina y nos detuvimos en un callejón para poder descansar

─¿Y ahora qué hacemos? ─Me digo en un susurro pensando en todo lo que pasó en tan poco tiempo

─Primero nós calmamos, ¿ok? ─ Me dice Elizabeth agarrandome de los hombros y haciendo que la mire, ella también tiene la respiración errática y sus ojos verdes están dilatados, siento todas sus emociones y se que ella siente las mías

─Esta bien,  pensemos… ─Dije soltando un suspiro y luego se me vino una idea a la cabeza

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Nos encontrábamos en camino a la casa de mi mejor amiga Addison, sé que no es el lugar más seguro pero es lo único que tenemos por el momento hasta que se me ocurra qué hacer.

Luego de lentificar nuestros pasos, no mucho porque empezó a llover torrencialmente, llegamos a la casa de Addison, fuimos hasta su puerta de atrás y la llamó a su celular.

─Necesito un favor ─digo ni bien atiende la llamada.

─Si, ¿Qué pasó?, ¿Están bien? ─Debió escuchar la urgencia en mi voz ya que no hizo ninguna broma.

─¿Están tus papás en tu casa? ─Digo mientras muerdo mi uña con ansiedad.

─No ─Al escuchar eso suelto un suspiro de alivio ─Perfecto, necesito que nos abras la puerta de atrás.

─Voy enseguida ─Y con eso cuelga la llamada.
La puerta se abre y se sorprende de vernos en ese estado, aunque no tanto, lleva el cabello negro recogido en rodete con unos cuantos mechones rebeldes que caen a los costados de su cabeza, ninguna de las tres dice algo, ella mira para los dos lado para verificar que nadie nos haya visto  y luego nos agarra del brazo a ambas y nos mete a la casa para dirigirnos directamente escalera arriba donde está su cuarto en la segunda planta.

─Tienen suerte de que no esté mi mamá y que mi padre tuvo que ir a buscarla porque su auto se descompuso entre todo el alboroto –Dice luego de cerrar con seguro la puerta de su habitación.

─Los sabes... ─Digo confirmando lo que ya es obvio.

─Megan claro que lo sé, soy tu mejor amiga desde el jardín y has estado muy rara últimamente ─Me dice un poco frustrada mientras entra al baño de su cuarto y regresa con toallas para las dos.

Entiendo su frustración, yo también lo estaría y es cierto en la parte en la que dice que e estado rara, lo cierto es que todas en casa hemos estado así y ni mamá ni la abuela quieren decirnos que sucede y eso nos inquieta demasiado a Elizabeth y a mi, y ahora que no están con nosotras y por todo lo que pasó, ahora sabemos el porqué de su inquietud.

─¿Qué hacemos ahora? ─Pregunta Elí dejando de secarse su pelo rubio.

─Pueden quedarse aquí mientras tanto, se quedarían en el ático que nadie sube ahí ─Nos dice mi amiga.

─Es muy generoso pero no se si podemos esto puede ser muy peligroso ─Digo y también dejó de secar mi cabello castaño.

─Y también está el hecho de que tu madre odia con todo su ser a personas como nosotras ─En eso estoy de acuerdo con mi hermana, la madre de Adi es una de las personas que más odia a lo sobrenatural y todo con que esté relacionado con aquello.

─No interesa yo me encargo de ella ─Trata de convencernos mi amiga ─Nos las presiono pero ¿Qué harán? ─ Interroga con sus ojos azules mirándome.

Elizabeth y yo nos miramos y las dos no teníamos ni idea de qué hacer.

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Al final decidimos quedarnos y ya habían pasado dos días en los que no hemos salido del ático de la casa de mi amiga, sabíamos que no podíamos quedarnos ahí mucho tiempo ya que era peligroso, no solo para nosotras también para la familia de Addison y ya decidimos que debíamos encontrar la manera de entrar a casa y sacar lo indispensable, mi amiga nos había dicho que nuestra casa está repleta de policías y que para nuestra desgracia ya estamos en las noticias del pueblo, nosotras estamos con la incógnita de donde están nuestras madre y nuestra abuela

Y todo el mundo se sorprendió al saber la verdad, por que mi madre era enfermera, y al igual que mi abuela, las dos eran muy queridas por todos debido a su simpática actitud

Luego de unos días ideamos un plan, entraríamos por la puerta de atrás y dormiremos a los policías, que por lo que nos dijo Adi eran dos en cada cada puerta, en la de enfrente y en la de atrás, solamente y que cambiaban de turno cada dos horas, pero nosotras no nos quedaríamos más que media hora o cuarenta minutos, luego tendremos que saber que les sucedió a nuestra madre y a nuestra abuela, una cosa era segura y era que no estaban muertas

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Ya estábamos en nuestro patio trasero y era de noche así evitamos que nos vieran, y en estos momentos estoy eternamente agradecida de que Gernil esté rodeado de un bosque, los policías están haciendo el cambio de guardia por lo que la puerta de atrás queda descuidada, sin hacer mucho ruido nos dirigimos hacia donde está la puerta y al divisarla nos acercamos, me agacho para poner mis mano en el candado y cierro los ojos concentrándome logrando abrirlo

Bajamos las escaleras y cierro la puerta un camino de faroles que están colgados se prendes y nosotras seguimos el camino hasta dar con una puerta cuando la abrimos entramos en el sótano 

Entramos silenciosamente para no llamar la atención, lo bueno era que los policías no entraban por superstición, subimos las escalera y vamos a nuestro cuarto para agarrar lo necesario y cada una lo pone en una mochila, luego vamos al cuarto de nuestra abuela donde sabíamos donde se encontraba unas cosas que nos dijo que era para emergencia, el cuarto de la abuela era muy grande

Avanzamos por toda la habitación revisando algo que nos diera algún indicio de algo que nos ayude aún que sea un poco

─Hey Meg, mira esto ─Dejo de revisar en su armario y veo a Elizabeth arrodillada al lado de la cama de la abuela y me arrodilló hasta abajo de su cama y había un baúl color violeta uva ─¿Qué crees que sea? ─Pregunto del otro lado de la cama

─No lo sé

Cuando la sacamos y lo abrimos nos llevamos una sorpresa inmensa

<<¿Qué secretos escondes abuela?>>