Dos

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Cal

— ¿Quien decidió que los superhéroes debían ponerse esos trajes?— Cuestioné en voz alta a Derek, estábamos en mi casa, acostados en mi cama mientras leiamos el último comic que compramos.

— Yo creo que es genial y bastante creativo, además, guardan sus identidades.

— Si pero, ¿Por qué un traje de látex? Esa cosa debe apretar insoportablemente.

El lo analizo también unos segundos, ¡Tiene sentido! ¿Por qué estar incómodo mientras salvas al universo? Podrías no se, usar, un suéter de lana, una sudadera o algo así.

— Yo creo que los trajes son así para llamar la atención, sino serían comunes como el resto.

— Claro, super común lanzar telarañas de tus muñecas y saltar rascacielos, o volar.

— Vaya Cal, en serio que sabes cómo quitarle la ilusión a las cosas— Soltó una risa divertido y yo fruncí el ceño, le di un empujón.

— Claro que no.

— ¡Oye!— el me empujo de vuelta y comenzamos una lucha así entre los dos hasta que acabamos en una extraña posición riendo.

Y la puerta de mi habitación se abrió de golpe con los pasos de mi papá siguiéndole al sonido, me incorporé de inmediato, el frunció el ceño mirándonos duramente.

— Derek, ya es hora de que te vayas a tu casa— Mantuvo tono calmado.

Derek le dió una mirada rápida y asintió, el sabía que no era la persona favorita de mi padre, así que se mantenía con cuidado a su alrededor, bueno, lo más cuidadoso que podía ser para ser Derek.

— Adiós Cal...

— Te veo mañana en clase— Asentí también tratando de mantenerme confiado y nada sospechoso.

¿Pero que debía ocultar? No es como que algo estaba pasando, no había nada que ocultar. Derek salió de allí a paso rápido y mi papá me siguió mirando.

— No me gusta que se encierren aquí.

— Es que estábamos leyendo un cómic.

— Y yo ya te he dicho que eso de estar mirando hombrecitos en mallas es de maricas, no me gusta.

Trague en silencio tenso, ni siquiera soy capaz de mirarlo a los ojos, solo asenti.

— Si papá, lo siento— dije en apenas un hilo de voz.

— Ahora baja a cenar, para algo que ha servido tu madre y nos tiene una cena decente.

Dicho eso salió de mi habitación, no me gustaba la forma en que trataba a mamá, ella era dulce, pero también tenía miedo como yo, a veces papá se enojaba demasiado, lo había visto golpearla un par de veces, y había hecho lo mismo conmigo, por eso prefería portarme bien.

Sacudi mi cabeza para no pensar más en ello y bajé para cenar.

...

— Hola — Alce la vista y Vi a quien se había acercado a mi, la chica de la otra vez.

La mire nervioso sin saber que decirle, incluso deje caer mis libros pero los tome de inmediato.

— Ho-la— Aclare mi garganta— Digo Hola, ¿Que tal?

Ella rio enternecida por mi reacción, y se acomodo un mechón de cabello tras la oreja, no de la forma en la que Derek lo hacía.

No es momento de pensar en eso.

— Hola Cal, soy Marsha, te saludé la otra vez, ¿Me recuerdas?

— Si... Yo doy Cal.

Ella volvió a reírse, ay por Dios, le parecía gracioso, eso no es lo que las mujeres buscan en los hombres, todos mis compañeros lo decían.

— Si Cal, sé cuál es tu nombre... Sabes, te he estado viendo, eres un chico genial.

— Gracias... Tu eres, uhm... Muy bonita.

— ¿En serio, te parece?

Le di una mirada de arriba a abajo y di un asentimiento lento.

— Que dulce— la Vi jugar con su cabello— Estoy libre hoy por la tarde, por si querías saberlo.

¿Por qué me lo dice?

Quiere que la invites a salir tonto.

¿Yo? ¿Por qué?

Alce la vista y la Vi mirándome como si esperara algo de mi, entonces entendí que si era eso.

— ¿Te gustaría... Salir, en la tarde? Salir conmigo— me corregí rápidamente.

— Claro, ¿Nos vemos en la salida?

— Tengo práctica de lucha hoy.

— Podrías faltar, un día, no hace daño.

El entrenador me mataría.

— No lo sé, Marsha— Rasque mi nuca incómodo.

— Solo es un día, no vas a arrepentirte— me dió un guiño.

— Vale... Está bien, hagámoslo, te veo en la salida.

Ella se acercó y beso mi mejilla, eso me sorprendió, no me dió tiempo de decir más nada porque se fue.

No estaría tan mal una cita con ella, es una chica guapísima, todos quisieran tener esa oportunidad.

— ¿Que hacías?— escucho su voz detrás de mi, lo veo.

— Marsha me invitado a una cita, bueno, más bien la invite yo.

El alzó sus cejas con sorpresa.

— Vaya, eso es algo importante— revolvió mi cabello, sabía que lo odiaba— Mi amigo es todo un conquistador.

— No te burles.

— No lo hago, en serio, debes contarme todo con detalle, al fin uno de nosotros que consigue una cita.

— No digas eso, sabes que muchas chicas quieren salir contigo.

Y es cierto, Derek siempre tenía chicas suspirando, el es diferente a mi, extrovertido, y eso les encanta, además de que tiene su personalidad más picante.

— Pero yo no quiero salir con ellas, ninguna es de mi interés— se encogió de hombros— ¿A dónde la llevarás?

— No lo sé.

— ¿Y que harán?

— No lo sé.

El rodó sus ojos.

— No sabes nada, Cal— Tomo mis libros dejándolos en mi casillero, del cuál el conoce la combinación— Las chicas esperan que tú tomes la iniciativa en las citas, les gusta que las sorprendas.

— ¿Y a dónde la puedo llevar?

— Puedes llevarla a dar un paseo por ahí en el Jeep, a comer por ahí o tomar una malteada.

— Eso es lo que hacemos nosotros— Digo obvio— No suena como una cita.

El se detuvo un segundo pero luego le resto importancia dándose la vuelta y cerrando el casillero.

— Entonces llévala por ahí a ver una película o algo, no es tan difícil.

Suspiré, las chicas son complicadas.

— Bien, lo pensaré, nos veremos en la salida, el entrenador me matará por faltar.

— Yo te cubro, no dejaré que mi mejor amigo se pierda su primera cita— Paso su brazo por encima de mi hombro mientras caminábamos.

— ¿En serio?— sonreí— eres el mejor, Der.

Y no mentia, Derek es el mejor de todos.



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⏰ Última actualización: Feb 02, 2022 ⏰

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