Parte única

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Tick Tock, Tick Tock

Take a chance 'cause you might grow

What you waiting, what you waiting,

What you waiting for?

-Gwen Stefani-

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Miró su reloj de muñeca. Ya habían pasado dos minutos de la hora pactada. Suspiró enojado y dio media vuelta para volver a su casa, cuando escuchó la bocina de un auto que se acercaba.

Rodó los ojos. Detestaba cómo su amiga se hacía notar cuando lo iba a buscar, ya sea como conductora o acompañante. Los vecinos debían odiarlo, ya que la chica tocaba la bocina sin cesar desde dos cuadras antes de llegar a destino. Según ella, era para que fuera saliendo a la vereda, pero bien sabía ella que era para molestarlo.

Draco levantó una ceja al verla con una sonrisa radiante desde la ventanilla del acompañante. Lucía hermosa, con su corto cabello oscuro por arriba y por debajo un violeta opaco que resaltaba su pálida piel. Como siempre, vestía de negro, solo que esta vez había optado por un vestido y unos borceguís llenos de tachas.

Al volante, estaba Charlie Weasley, quien lo saludó con movimiento de mano bastante frenético. El chico se subió al auto y saludó a la pareja con un apretón de mano, sabiendo que Pansy se lo colgaría del cuello pateando la guantera y la caja de cambios. Se acomodó en el medio de la parte trasera del auto y se puso el cinturón. Pensó por enésima vez, por qué había accedido a esa salida, pues no era un aficionado de las reuniones o actividades sociales. Pero su amiga lo había convencido aquella tarde, tras haber ido a su casa deprimido porque su vida de pareja apestaba y necesitaba un nuevo aire.

— ¿Qué tipo de música escuchas, Draco? — preguntó Charlie marchando hacia el centro de la ciudad.

— Me gusta la clásica. Aunque no escucho mucho. Prefiero el silencio.

El colorado miró a Pansy que lo observaba con una sonrisa en el rostro desde el asiento del acompañante. La chica no aguantó y estalló en una risa contagiosa de la cual se prendieron Draco y Charlie sin entender muy bien por qué.

— Lo vas a matar, amor — le advirtió a la muchacha. Ella se encogió de hombros.

— No le va a venir mal un poco de ruido.

— Espera — se alarmó el rubio — dime que no es heavy metal o algo así.

— Nah, bebé. Es rock del bueno nada más.

Draco rodó los ojos. Conocía a su amiga y sabía que a veces no era de fiar, sobre todo con temas relacionados a la música. Una vez le había hablado de una canción muy graciosa que parecía que el cantante decía "Yo me llamo Pablo", pero cuando la escuchó casi le da un infarto. Nunca antes había escuchado a Slipknot y, a pesar que parecía que la voz líder de la banda decía esa frase, apenas pudo soportar escucharla. Pansy había estallado en carcajadas al verlo fruncir el ceño y sacarse los auriculares de la cabeza ni bien terminó el tema, como si estuvieran prendido fuego.

Aparcaron en el lateral de la plaza principal que estaba muy iluminada y llena de gente. Frente a la misma, había un gran lugar con sus gigantescas puertas abiertas de par en par, por donde entraban las personas. El cartel luminoso arriba de la entrada anunciaba la banda que tocaría en vivo esa noche, como tributo a AC/DC.

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