11. El amor es una droga

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Capitulo 11


Eros Abreu

Auto control, eso es lo que necesito.

Esa palabra es la clave para ser quien soy  y para poder llegar hasta donde he llegado, nada a sido fácil en mi vida. A pesar de mi apellido y de quien es mi padre me he logrado abrir paso por mi solo, por mis méritos y por saber controlar la situación. Desde pequeño nunca a habido nada que me haga salirme de control y perder de vista las cosas importantes, a excepción de la chica de atrás, la vecina. Porque vivimos en mundos totalmente diferentes, pero el amor es algo que une mundos opuestos. Los muele y los cuela hasta que se hacen un solo polvo, nos permite ver a través  de una persona a la que considerarían inferior pero a pesar de eso la consideras como tu igual,  solo hay una persona en toda la tierra que me a hecho huir, acobardarme y perder el control, y aunque suene ridículo todo comenzó con un beso... porque un simple beso por más rápido y corto que sea tiene la capacidad de transmitir sentimientos, emociones, pensamientos e ideas que antes no estaban ahí, y que nunca cruzarían por mi mente, antes de aquella noche del 10 de junio todo era normal, y no me importaba en lo mas mínimo sus sentimientos, porque esa chica que siempre estaba a mi lado era de otro mundo, a pesar que nuestras casa estén puerta con puerta su familia y la mía son otra historia,  en mi casa hay reglas... pero no son reglas normales; son reglas absurdas sin sentido y que solo están escritas para mantener el estatus en la sociedad y el estilo de vida que siempre hemos tenido, ¿pero a que costo tenemos lo que tenemos? al costo de olvidar tu humanidad y el amor de tu vida.

Antes de aquel beso tenia clarísimo con quien pasaría el resto de mi vida, y esa chica no era parte de ese plan, pero después de sentir sus labios sobre los míos no he podido dejar de pensar en ella y en esos ojos negros que me matan  y me hechizan. Si tuviera que escogerle un trabajo le escogería el de bruja, porque sus labios y ella me tiene hechizado desde hace tantos años, Psique Expósito. Ese es su nombre; ella es la responsable de esa mosca que no deja de zumbar en mi cabeza cuando intento concentrarme, y me molesta el sentirme débil y afligido cada vez que ella esta cerca. Porque por más que intente que algo funcione, tengo reglas que cumplir por más molestas que sean es mi sacrificio para salvar a mis hermanos y que ellos puedan ser libres y  no estén bajo un estúpido contrato.

La noche es muy larga y la vida es muy corta para pasar sentado imaginando que tienes una  vida, quien quiere imaginar una cuando puedes vivirla. Mi destino fue firmado hace once años para ser sinceros  estoy acabado, no hay modo en que pueda salir de esto la conozco y ella nunca lo permitirá, y yo no pienso caer ante psique. 

Sentado en el escritorio pensando  en un y mil trabajos pendientes y en un nuevo contrato que acabo de firmar, lo firme ayer y tendrá que comenzar a trabajarse después de diciembre son fechas en las que muchas personas salen de viaje así que será perfecto para cerrar un par de calles y trabajar tranquilos, después de todo pasare las fiestas aquí, nunca me ha hecho gran ilusión la navidad, en mi familia no suele haber regalos ni árbol y mucho menos cenas, la única cena que celebraremos será este año y esa razón tiene nombre y apellido: Rebeca Mendiola, ¿Quién es ella? por el momento no me interesa hablar a detalle de ella, lo único que quiero es imaginar que ella no existe, otra chica pija del momento, nada especial ni diferente, una pelirroja más, y no es por tener nada contra las pelirrojas solo es con ella. El punto es que será presentada en mi casa y ninguno de  mis hermanos sabe sobre su existencia, y la verdad tengo ganas que todo se mantenga así, lo menos que quiero son preguntas y reclamos, mucho menos desaprobación. 

Levanto los brazos al aire estirándome un poco la sensación de los músculos liberándose es demasiado satisfactorio, muevo la cabeza hacia  los lado hasta que truena, no se describir pero es delicioso tronarse los huesos, desconozco el si eso es bueno o malo pero rico se siente, actualmente me gustaría decir que me encuentro solo en  casa, pero no. Hermes esta aquí aunque es bastante callado por lo que casi olvido su presencia. Mis hermanos salieron con la mocosa a eso de debe tanta tranquilidad.

A UN BESO me rindo ante tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora