Empty Charm [Marigami]

Capítulo 6

MARINETTE

—¿No dejó nisiquiera una pista de a dónde se fue?

Niego con la cabeza.

La situación está cada vez peor. Tenemos cuatro miraculous en nuestro poder, sabemos que dos los tiene Hawk Moth, pero no tenemos idea del paradero de los demás. Es incierto el por qué el Maestro Fu se arriesgó de esa forma, pero realmente tuvo que haber sido de vida o muerte, él nunca hubiera dejado la caja expuesta. Él mejor que nadie conoce los riesgos de que los miraculous caigan en las manos equivocadas.

—¿Por qué no trajiste la nota contigo? —Chat no para de hacerme preguntas, y lo entiendo, está tan asustado como yo. Pero quisiera que se acabara ya el interrogatorio.

—Es peligroso Chat, si alguien se llevó la caja es porque vieron la nota, si la llevara conmigo y me hubieran estado observando, pondría en riesgo mi identidad.

No esconde el repentino terror en sus ojos.

—¿Pero con solo haber ido no es suficiente para poner en peligro tu identidad?

Asiento.

—Lo sé, lo sé. Intenté salir siendo lo menos sospechosa posible —mis dientes se aferran a mis mejillas— pero no me niego a la posibilidad de que ya me tengan en la mira.

Frunce el ceño y fija su vista en el piso, sopesando nuestras opciones. Sabe que en el peor de los casos me veré obligada a renunciar a ser Ladybug. Y no quiero llegar a eso, por más de que a veces sea un peso de más en mis hombros, ya no puedo imaginarme mi vida sin ser una súperheroína, mi vida sin Tikki, sin Chat Noir. Me consume pero me llena, es una dualidad que he aceptado, que he elegido. Necesito hacer esto, necesito ser Ladybug.

—Quizá simplemente escondió la caja en algún lugar seguro, que solo tú podrías encontrar. No nos adelantemos a los hechos. El maestro Fu es inteligente, y tú lo eres igual.

Entorno los ojos. De hecho lo que dice tiene mucho sentido. Mucho más que el que haya dejado la caja abandonada a merced de quien sea que la encuentre. Quizá el afán del momento y la presión de haberla perdido han surgido efecto en mi razonamiento, porque no lo pensé por un segundo y es la más obvia y lógica opción.

Siento la mano de Chat Noir apoyarse en mi hombro.

—Tranquila, cuentas conmigo siempre mi lady.

—Gracias.

A pesar del bajo volumen de mi voz, su apoyo realmente me reconforta. Hay momentos en los que siento que ser Ladybug es más peso del que puedo soportar. Peco en no decírselo pero su tranquilidad, sus chistes tontos y su falta de seriedad ayudan a que no me vuelva loca haciendo esto, aunque irónicamente a veces también me desespere.

—¿Y qué vamos a hacer? —Pregunta Chat.

—Por ahora, tengo que tomar una decisión respecto a la posibilidad de que mi identidad haya sido revelada. Si ese es el caso, corro riesgo estando en mi propia casa... —Mi mente va a mil por hora, asimilando todas las posibilidades—. Aunque haber estado allí no confirma que yo sea ladybug, solo levanta la sospecha. El irme de mi casa haría la sospecha todavía mayor. —Miro a Chat a los ojos—. Lo mejor con lo que podemos contar es que tengas razón sobre el Maestro Fu, que lo haya dejado en otro lugar. Pero de ser así, debemos apurar la búsqueda, antes de que alguien ponga sus manos en la caja.

Chat levanta la mirada al cielo. Aún no aparta su mano de mi hombro. Su ceño se frunce y su mandíbula se contrae. Está buscando una respuesta.

—La caja de un Miraculous, en la casa de la hija de Tsurugi, ¿qué sucedió con eso?