Respiró profundo una vez que bajó del auto de su madre, llenando sus pulmones del frío y algo más limpio aire de South Park; le dolieron los pulmones por el frío, tosió un poco. Se pregunta cuánto tiempo le tomará volver a acostumbrarse al largo invierno del lugar, espera que pronto, no quiere coger un resfriado con solo llegar a Colorado. Sería una mierda.
Frota sus manos en el pantalón que lleva puesto, no quiere que se le entuman. Debería buscar sus guantes en la maleta.
Recorre el sitio con la mirada, observando en silencio las casas a su alrededor. No hay mucho movimiento, cosa que no lo sorprende; los adultos trabajos y lo chicos probablemente estudian, no tiene la más mínima idea de cómo sea el horario escolar de la preparatoria del pueblo. Más siente alivio de no tener que lidiar con sus viejos vecinos tan pronto, el equipo de mudanzas llegará más tarde, por lo que ningún vecino debe tener idea de que los Cartman regresan al pueblo.
Mira hacia la casa frente a la suya, escuchando como su madre se mueve detrás suyo. La mujer intenta encontrar cuál es la llave de la puerta principal, no recuerda cuál era. No es sorpresa, ha pasado un tiempo.
Luego de un rato consigue dar con la llave correcta, la puerta se abre.
—Por fin. Eric, cariño, ayúdame a abrir las ventanas de la casa. Quiero que se oxigene antes de comenzar a meter las cosas.
No hay protestas, simplemente da una respuesta positiva y se encamina al interior de la casa.
El sitio está casi vacío, a excepción de unos cuantos muebles que no fueron capaces de llevar con ellos cuando se mudaron de ahí. Muebles viejos cubiertos por sábanas y bolsas enormes de plástico transparente; el sofá café, una mesita de centro. En la cocina solo hay una mesa y dos sillas, nada más. El sitio no está sucio, su mamá había contratado a alguien para que limpiara la casa cada cierto tiempo y le diera mantenimiento a lo necesario, no descuidó ni una sola cosa del lugar, por lo que la casa no olía mal, ni existía un exceso de polvo y suciedad, Eric agradecía eso, no le hubiera gustado tener que lidiar con trabajar en hacer una limpieza profunda para que la casa sea habitable.
Subió las escaleras, escuchando los crujidos de un par de escalones que se habían desacostumbrado el peso extra.
Abrió todas las puertas y ventanas, se topó con más muebles viejos. Como las bases de las camas suya y Liane, una mesita de noche y su viejo baúl de juguetes. Sabe que no contiene nada, se había encargado de llevarse sus cosas y de botar todo lo que no servía.
Se detuvo en medio de su habitación, observando las paredes moradas, pudo visualizar desde lejos las marcas en la puerta del armario, rayones que marcaban la edad y cuánto había crecido, hasta los 10 años.
—Tal vez cambie el color de las paredes... —pensó en voz alta, acercándose a la pared de la puerta de la habitación para acariciar la pintura.
Raspó un poco la pintura, sintiendo como en sus dedos se quedaba un poco de esta. El celular vibró en su bolsillo, llamando su atención; limpió sus dedos en la superficie de su pantalón y justo cuando estaba sacando del móvil, este dejó de vibrar.
Frunció los labios, revisando de quien era la llamada.
"Kenny"
Una sonrisa se plasmó en su rostro, de todos sus excompañeros de juegos, el único con quien mantuvo contacto fue con Kenny. Y ni siquiera fue tan seguido, solo de vez en cuando hablaban por chat y quizás un par de llamadas.
Y claro que cuando Cartman supo que regresaría a South Park, el único que se enteró fue McCormick. Bueno, en realidad le mandó un mensaje hace una media hora diciéndole que estaba a unos cuantos kilómetros de llegar a South Park.
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El mismo de siempre | Kyman
Fanfic[𝐀𝐔] Después de siete años sin Eric Cartman, este vuelve repentinamente a South Park. Han pasado muchas cosas, ninguno de los chicos se había comunicado con él en todo ese tiempo, así que es una enorme sorpresa tenerlo de vuelta. Aunque, ¿de verda...