CAPÍTULO 13

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3 años después

Estos tres años se han pasado casi como si hubieran sido tres días al lado de mi esposa. En realidad sigo sin creer del todo que Hermione Granger, o ahora Malfoy, sea mi mujer, mi compañera de vida.

De todas formas, nosotras no hemos sido las únicas que se han casado, y esto lo digo porque ya todos estamos bien casados y asentados, pero sin hijos, de momento.

Por parte de mis hermanos, Draco se había casado con Astoria en diciembre del mismo año que nosotras y Alex se había casado con Theo al siguiente año y, de hecho, esperaban su primer hijo, Alex estaba embarazada de un mes y medio. A Draco y a mí casi nos da algo cuando nos lo dijeron y casi matamos a Theo, pero al final no.

Harry se había casado también con Ginny hace un año y medio y también esperaban un hijo. Pansy se había casado con Joshua Melton, un chico que era un par de años mayor que nosotros que estaba en Ravenclaw y que a todos personalmente nos caía muy bien. Blaise se había casado también con una chica italiana que conoció en un viaje que hizo el año de la guerra y se habían casado hacía unos meses. Por último, Camila y Ron, que fueron los últimos en casarse hace apenas 3 meses porque el pelirrojo no se decidía a pedírselo por dudas. Aunque los muy tórtolos no perdieron tiempo en la luna de miel y Camila ya estaba embarazada a la vuelta.

La verdad es que todo iba a las mil maravillas, demasiado bien de hecho. No es que me quejara, pero no sé, demasiada tranquilidad para nuestras vidas. Harry estaba todo el día en la oficina quejándose de que algo iba a pasar y al final lo que acababa pasando era que le ponía una corbata en la boca para callarlo.

Hablando de oficinas, Harry, Ron y yo conseguimos el puesto de aurores oficialmente tras un periodo de prueba de casi 6 meses. Estábamos los tres en la misma oficina y trabábamos en el mismo equipo por suerte junto a otros 4 aurores con los que nos llevábamos bien.

Quizá la que más problemas me daba del grupo era Rachel debido a que Hermione le tenía mucha manía y no soportaba que pasara mucho tiempo con ella porque en la fiesta de nombramiento trató de besarme y yo ya estaba casada. Aunque ya, después de casi 3 años, las cosas entre Rachel y yo estaban normales, es decir, ya no me coqueteaba todo el rato y mi castaña ya no la quería matar cada minuto.

En cuanto al trabajo de Hermione, está haciendo muchos progresos en el ministerio y ahora está en un puesto importante de su departamento y calculo que en unos años ya podría presentarse para ministra de magia. Ha luchado muchísimo para que sus propuestas a favor de los derechos de los elfos sean aprobadas y cada vez está más cerca.

Por supuesto, cuenta con varios equipos de aurores a su favor y yo no he tenido nada que ver en eso. En realidad se lo ha ganado ella con todas las visitas que ha hecho a mi oficina debido a que siempre se quedaba hablando con mis compañeros y se ha ganado el cariño de la mayoría allí.

Hoy estábamos a 5 de junio, en efecto, mi 24 cumpleaños y ya me sentía vieja. Íbamos celebrar todos en la mansión Malfoy. Durante los días anteriores, Hermione había estado muy rara y me tenía un poco preocupada porque se levantaba a veces sin que me lo esperara al baño y vomitaba y estaba mucho más sensible que antes.

Había pensado en la posibilidad de que estuviera embarazada, pero seamos sinceros, los dedos no embarazan y es que era imposible. Me estaba desesperando por saber qué narices le pasaba a Hermione, pero ella siempre decía que era algo que había comido que tal vez estaba en mal estado, pero es que dos semanas... como que es mucho tiempo.

Nos estábamos arreglando para ir a la mansión a celebrar mi cumpleaños y el de mis hermanos cuando de pronto, Hermione sale disparada al baño que tenemos en nuestra habitación. Fui con ella corriendo y le sujeté el pelo mientras terminaba de vomitar.

No me importa la sangre (2ª parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora