1: Comienzos y encuentros

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02 de enero de 1969

"Si la vida te da limones, haz limonada"

No me dió limones, pero si el valor de empezar a vivir mi vida, lejos.

Me levanto de la cama con el pie derecho, dispuesta a buscar mi maleta y las llaves de alguno de los tantos autos que tiene mi familia en el garage. Me pongo mis botas favoritas junto a una blusa blanca y una falda negra

Son poco más de las 6 cuando bajo las escaleras en puntas de pie tratando de hacer el menor ruido posible, si bien, es muy temprano y no se despertarán hasta pasadas las 11 a.m, las mucamas se levantaran en una hora y si me ven le avisarán a la bruja de la casa. Dejé una nota explicando el porqué de mi huída, se que ella se preocupará.

En mi mente suenan todas las voces que me cantaron feliz cumpleaños hoy pasadas las doce. A mi mente llegan recuerdos con mi familia, como aquella vez que tenía 15 y papá me enseñó a conducir.

«—Primero debes sentarte cómoda y ajustar el espejo retrovisor, luego pones en contacto la llave y la giras.

Nerviosa moví mis manos con el miedo constante de hacer algo mal.

«—Suelta esos nervios nani—Dijo mirándome con una sonrisa tontera—Si chocas le diré a tu madre que fué mi culpa por querer enseñarle a manejar a un mono de circo.

—¡Pues si yo soy un mono de circo tu eres un simio salvaje!—Dije contagiandome de su risa—Mamá nos matará si se entera que me enseñas a conducir en éste coche.

Miré el capo del Impala, que se llenaba de los colores del atardecer.

—Aleyna—Musitó sacándome del trance, y mirándo hacia el horizonte me dijo—La vida es una sola, hija mía, es demasiado corta e injusta con quienes no lo merecen. A lo largo de momentos que pasen por tus días estarás indecisa con respecto a que elegir, qué es lo bueno y que es lo malo, lo que no te beneficia. Pero tú debes entender que la vida, como el manejo, es sobre tener claro de dónde vienes y hacia dónde vas. Con esas bases sabrás perfectamente que hacer.

—¿Y si aún así no tengo claro que camino seguir?, ¿Y si no soy feliz?

Giró su cabeza con una sonrisa de boca cerrada.

—Pues guíate por éso, princesa. Busca tu felicidad y no dudes en aferrarte a ello»

Mi madre no estaba de acuerdo, decía que nuestros chóferes podrian llevarme a dónde quisiera. Siempre ha sido muy dependiente de los lujos que le otorga el dinero, así como también lo son mis hermanos. William y Noah.

Mi padre me conoció más que nadie en el mundo. Sabía que ése no era mi ambiente, que jamás me gustó ése estilo de vida, que aspiraba a algo diferente. Él solía decir que debía arriesgar para conseguir todo lo que uno anhela. Pues éso haré.

Llego a la cochera o como yo lo llamo, El almacén de coches. Me decido por el Chevrolet Impala rojo, guardo mi maleta en el baúl, abro la cochera y dejando mi vida atrás, arranco el coche con destino a New york.

                                 ✿✿✿✿✿

El viento despeina mi cabello y California dreamin' suena en los parlantes del auto. Tarareo la canción mientras mastico un chicle.

Han pasado dos horas y ya empiezo a sentir el entumecimiento de mis piernas, decido buscar alguna gasolinera cerca de la carretera para poder descansar unos minutos y recargar el tanque.

Cuando llego estaciono cerca del surtidor. Pero al bajar caigo en cuenta de que no se cómo cargar el tanque.

—A ver, no puede ser tan difícil no?—Digo para mí misma— solo hay que poner ésa pistolita en el tacho del auto que tiene tapita.

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⏰ Última actualización: Jun 21 ⏰

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