Catherine

XVI

Ya teníamos mas de un año de casados, todo estaba perfecto, ella estaba feliz conmigo, había aprendido nuevos trucos para controlarme, cambie un poco el modo de elegir a los reemplazos de mi Catherine, lo hacía con menos frecuencia pero lo disfrutaba mas, ahora en nuestras sesiones sexuales, podía usar mis pequeñas locuras como imagen en ella para evitar lastimarla de nuevo.

Todo era perfecto.

Pero había comenzado a sentirse mal, a estar enferma en ocasiones, llegaba del trabajo y se iba a dormir, su comida favorita la odiaba, estaba cambiando en muchas cosas, y eso no me estaba gustando, por eso decidí llevarla al medico.

Tuve que esperar a fuera mientras la consultaba, cuando salió todavía tuvimos que esperar un poco mas, porque le hizo unos análisis de sangre para descartar todo, mientras comíamos en una cafetería cercana.

—Te vez algo pálida, en verdad me preocupas Catherine

—El doctor dice que puede ser una anemia, igual me dará algunas vitaminas, para que se me quite el cansancio de estas semanas.

—Espero que si, quiero a mi Catherine de vuelta.

Cuando regresamos al consultorio, nos dejo entrar a los dos, tenia la mano de Catherine sostenida mientras el doctor imprimía los resultados, cuando salió la hoja le dio un vistazo y comenzó a teclear en su computadora, la impaciencia se estaba apoderando de mi.

—¿Y bien? ¿Qué tiene mi esposa?

—Nada grave, si tiene una anemia, pero es normal en su estado.

—¿Qué estado?

—Felicidades tendrán un bebe.

Esto no me puede estar pasando, Catherine se emociono demasiado con la idea de que un parasito este habitando su cuerpo, pero estoy seguro que estábamos bien con los anticonceptivos, me aseguraba que se pusiera la inyección cada vez, es casi imposible que esto me este pasando, no quiero un bebe.