Sentarme un sábado en el patio de mi casa, con los perros y gatos paseando alrededor mío, escuchando algo de música y tomando mates. Estoy sintiendome plenamente tranquilo después de mucho tiempo, como si no tuviera nada que hacer (si tengo), como si todo estuviera bajo control (no lo está).
Ojalá me sintiera siempre de esta manera, tan tranquilo y relajado, tan seguro de que todo va a ir bien, tan despreocupado de todo.
Tal vez sea uno de los pocos escritos que lleguen a leer, en donde me siento feliz y relajado. Tengo que aprovecharlo, ya que no muy seguido me siento así.
¿Será porque siempre quiero tener todo bajo control? Es imposible tener todo bajo control, la vida nunca está bajo control, nosotros no controlamos nada, deberíamos estar a gusto con eso y aceptar que no podemos lograr lo imposible.
Este texto será breve, tal vez aburrido, pero como descargo mi tristeza escribiendo, también lo hago con mi felicidad.
unocincotrescuatro