¿Atrás? Realmente no

Capítulo 39 - Bella y Fleur

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"¿Por qué nos persigues?" preguntó el joven. "¡Atrás o llamaremos a la policía!"

"¿Policía? ¿Qué es eso?" dijo uno de los Aurores, completamente ajeno.

"Se refiere a los Aurores Muggles," explicó Kingsley. Pero preferiría que dejaras la farsa. Sabemos que sois magos.

El joven sacó su varita. Una varita recta y sencilla, hecha de madera de color marrón claro, de unas once pulgadas de largo.

"¿Por qué me persigues?" volvió a preguntar el joven, pero esta vez su voz era fría, ya no fingía estar asustado.

"No te estamos persiguiendo en particular", explicó Kinglsey con voz tranquila. "Estamos controlando a todos los magos y brujas que entran y salen de Birmingham. Con Fenrir Greyback suelto, no podemos darnos el lujo de correr ningún riesgo. Así que, por favor, no peleen y permítannos tomar usted al Ministerio. No debería tomar más de media hora para limpiar su si se demuestra que está limpio ".

El joven no respondió de inmediato. Se volvió para mirar a su compañera y le tocó la chaqueta con la mano.

"Portus".

[...]

Moody se levantó del suelo con un gemido, justo a tiempo para ver a Kingsley y Dumbledore lanzar una maldición de atadura de cuerpo completo y un hechizo encarcelador al joven.

"¡¿Estás bromeando?! ¡Quítate los guantes de niño y dispara al maldito bastardo!" el Auror veterano gritó y disparó su propia maldición letal al fugitivo.

Pero, como para burlarse de sus esfuerzos, un encantamiento protector bloqueó los dos hechizos de Kingsley y Dumbledore y, con su mano libre y desarmada, el joven lanzó la maldición de ruptura de huesos de Alastor directamente hacia Rufus Scrimgeour.

Un aullido de agonía resonó en el bosque cuando el Jefe del DMLE se derrumbó en el suelo con las rótulas destrozadas.

[...]

"Albus Dumbledore, el que derrotó al Señor Oscuro Grindelwald. ¡Siempre quise cruzar varitas contigo!" dijo el joven con respeto, pero el tono de su voz decía mucho de su ardiente voluntad de lucha.

"Me temo que me tienes perdido. Sabes quién soy pero yo no sé nada de ti. Tampoco recuerdo que asistieras a Hogwarts y diré que mi memoria sigue siendo excelente a pesar de mi edad". Dumbledore dijo conversacionalmente mientras miraba mejor a su oponente.

"Mi nombre no es importante. Soy un don nadie".

⁂

Era la primera semana de junio. Desde que fue dado de alta del hospital, no pasó un día sin que Dumbledore se sumergiera en su Pensadero para volver a ver su confrontación con el joven desconocido sospechoso de ser un asesino en serie.

'¿Quién es él? ¿De donde vino el? ¿Cómo diablos ha logrado ese nivel de habilidad en la magia?'

Algunos ungüentos curativos y un poco de esencia Murtlap se habían encargado de las quemaduras de primer y segundo grado resultantes del hechizo Tormenta de fuego del joven y un Encantamiento para el crecimiento del cabello había restaurado su cabello y barba quemados a su apariencia original. Para todos los demás, Dumbledore no se veía diferente a como se veía hace unas semanas. Para colmo, el mundo en general ni siquiera sabía sobre el hecho de que un asesino en serie todavía vagaba libremente. Todos cantaban alabanzas al Ministerio de Magia por capturar a Greyback después de una operación a gran escala y por ejecutarlo a través de un Dementor's Kiss... Solo un puñado de empleados del Ministerio sabía exactamente lo que había ocurrido ese día. Para todos los demás, era un secreto. Incluso entonces, nadie sabía que desde ese día, Dumbledore había estado en un perpetuo estado de alarma y semi-shock.