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—Hey, iré a visitar a Paco.

—Ok, no llegues demasiado tarde.

Me quedé pasmada. ¿Qué cojones acaba de pasar?

—Me voy a follar al ruso.

—Perfecto.

Ok, estaba claro de que Finlandia no me estaba haciendo caso.

—Finlandia... no sé cómo decirte esto... me gustas.

El finlandés rápidamente giró su cabeza para mirarme; su mirada era de asombro puro.

—Dios, pareces el tío ese del exorcista. Bueno, ahora que ya me prestas atención, me voy a visitar a Paco y Germán. ¿Perfecto? Perfecto.

Antes de que Finlandia pudiese decir algo, salí de la casa para dirigirme a la casa de Perú. Esa mañana habíamos quedado y me presentaría a su hermano y algunos de sus amigos. En realidad solo conozco a Perú y México de los países de América.

—Ya llegó por quién lloraban —grité mientras abría la puerta de la casa del peruano.

—¿No sos la chica a la que le pusieron la zancadilla?

—Puta, yo pensé que habría más gente —dije al ver a dos países jugando al monopoly— Ah, a tu pregunta, esto... ¿Argentina? Sí, soy esa chica que casi se mata y se puso a decir muchas palabrotas.

—Cool.

—No mames, se hacen los gringos con palabras en inglés —susurré para mí misma. Luego, alzando la voz bajo la atenta mirada de Argentina y Chile, pregunté—: ¿Vendrá más gente?

—Ni idea. Págame, boludo.

—Creo que México mencionó a Rusia o algo así. Entre tú y yo, creo que esos dos tienen algo. Ya, ya te pago.

—Uy, uy, uy. Contáme el chisme —cogí una silla para luego sentarme al lado de Chile y Argentina.

—La cosa es que están pasando mucho tiempo juntos.

—También debés saber que nuestro querido México tiene muchos pretendientes, hombres y mujeres —añadió el argentino.

—A la verga —mencioné asombrada—. Ojalá me pasara eso a mí. ¿Qué me dicen sobre Finlandia y Estonia?

Sip. Tengo curiosidad por saber los chismes de mi queridísimo compañero de casa. No es que me atraiga, o algo así. Por supuesto que no.

—Bueno, es re obvio que a Estonia le gusta Finlandia —empezó el chileno—, pero a Finlandia no le gusta. Mira, aquí tenemos una foto del posible crush de Finlandia.

Chile me pasó su móvil y pude ver la foto. No mames, era yo abrazada a Finlandia. Lo bueno, es que yo aparecía de espalda a la foto, mientras que la cara de Finlandia se podía ver perfectamente.

—Guau. ¿Cómo conseguisteis la foto?

—Me la pasó Suecia —maldito traidor. Yo confiaba en ti, y solo porque una de mis amigas de la infancia es medio sueca y medio española.— Él sabe quién es la chica, pero no nos lo quiere decir. Él piensa que somos un par de chismosos.

—¿No será que es cierto? Quiero decir, me lo estáis contando a mí.

—Que me pagues de una maldita vez, pelotudo.

—Pero si ya te pagué —se quejó Chile, mirando que poco a poco iba perdiendo todo su dinero.

—Volviste a caer.

—Ehm... iré a buscar a Perú. Adiós —me despedí para luego ir a buscar a mi amigo.

Como tal vez podría estar en su cuarto, fui allí. Dos habitaciones, una del peruano y la otra de su hermano. ¿Quién mierda es su hermano?

Llamé a la primera habitación, esparando que el de rojo y blanco abriese la puerta.

En verdad no me esperaba que el que abriera la puerta fuera el hermano de Perú. ¿Cómo lo supe? Bueno, llevan casi la misma ropa típica, solo que obviamente la bandera era diferente. Esta era roja, amarilla y verde horizontalmente.

—¿Hola?

Mierda, me quedé mirándole como una pasmarote. No jodas, el segundo país con el que me pasa esto.

—Hey, hola. ¿Qué tal? Eres el hermano de Perú, ¿verdad? No, pues obvio, lo siento por hacer una pregunta tan tonta. Soy _____ —balbuceé rápidamente.

Bolivia soltó una pequeña risa.

—Perú me habló mucho de ti, pero no me dijo que eras tan divertida. Ahora mismo no se encuentra en casa fue a buscar a los demás.

—Oh, vaya. Estem... Chile y Argentina están en el salón jugando al Monopoly.

—Dios, espero que no acabe como la última vez.

—Vamos, seguro que no es tan —se escuchó como unos cristales rompiéndose y unos gritos— malo. Me cachis.

Bolivia y yo nos miramos a los ojos y, sincronizados, corrimos hasta el salón.

—Me cago en todo lo cagable.

Argentina y Chile andaban dándose madrazos, mientras que México y Colombia andaban animándoles para que siguieran peleando. Yo, como una persona normal, me puse a gritar—: ¡Pelea! ¡Pelea!

Bolivia me miró mal por unos segundos antes de intervenir.

—Y así es como se le quita la diversión a la vida —murmuré después de que todos se hubieran calmado.

—Hey, ____, traje a Paco —el chihuahua color crema o marrón, ni idea, ni que supiese todos los nombres de los colores, se acercó a mí.

—Ay, que coshita más linda —dije hablando hacia Paco, como si le estuviera hablando a un bebé—. México, ¿qué lío tenéis Rusia y tú?

El tricolor se atragantó con su bebida. O sea, ¿cómo narices hacen para que aparezca bebida de la nada? ¿Será que Rusia y México son magos o algo así?

𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗥𝗥𝗢𝗥 || 𝗰𝗼𝘂𝗻𝘁𝗿𝘆𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝘀 𝘆 𝘁𝘂́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora