Recorrer esa habitación con la mirada, ver cada detalle y recordar, era hermoso y una de las acciones que más dolorosa se han hecho. Yo solo pensaba en que si esta fuese una situación normal simplemente estaría esperando a que traiga agua, que vuelva con una tontería nueva hecha o para hacer, pero este no era uno de esos momentos, yo soy consciente que no pasara por esa puerta con una caja de disfraces o con un nuevo juego para entretenernos toda la tarde riendo hasta casi quedar sin oxígeno.Recuerdo todo, pero sé que después de esto yo recordare a primera instancia este momento, la primera lagrima que caía de mi mejilla al ver una de las pequeñas cosas icónicas de mi amiga en su habitación; las fotos que pudo revelar de una antigua cámara que le regalaron en su cumpleaños 10, todas con su respectiva fecha y una pequeña descripción atrás con su letra se podía leer "primer día de clases de cocina" no aprendimos nada, pero todo fue muy rico, "presentación de proyectos de ciencias" casi no llegamos a la entrega por quedarnos dormidas terminando el ensayo
Una sonrisa con aire de melancolía y lágrimas acompañaron mi recorrido, ver todas sus cosas tal y como siempre estuvieron en su habitación con algunas diferencias en su desorden, pero era inconfundible, estaba en la habitación de Atla. Tazas, vasos, platos, almohadas tiradas, zapatos fuera de lugar, una única planta que seguía viva a pesar de su poco amor y paciencia para la naturaleza. Agarre un par de zapatos y los lleve a su lugar, acomodándolos como ella siempre lo hacía, de cualquier forma, pero en que no se puedan caer. Al pasar por el zapatero me vi en el espejo y de fondo una vista casi total de su habitación, no aguante, no podía pensar que después de tanto ella no estaba a mi lado.
Que hice mal, contesté cada llamada, fui a cada acontecimiento, estuve llorando con ella, riendo con ella, yo aprendí de Atla, es parte de los culpables de las personas que formaron la persona que soy hoy
- que hice mal, en que momento dejaste de llamar para contarme que estabas mal, ¿te falle como amiga? ¿de verdad te fuiste dejándome así? - mirándome al espejo rogaba por pasar por un momento de locura y verla reflejada respondiéndome, solo quería verla, quería ver la luz de Atla, su característica sonrisa, sus ojos marrones que sentías un misterio eterno porque, aunque su cara te muestre estar demacrada sus ojos no perdían la luz, su cabello marrón decolorado a rubio que pidió por meses hasta que le permitieron hacerse el cambio, hasta esa pequeña cicatriz que asoma en la parte trasera de su oreja hasta casi su cuello - ¿me estas escuchando? Atla, por favor, no puedo... Atlanta, no quiero, basta por favor... ¿vos entendes la falta que me haces? Este no era el plan, me prometiste que cuando fuésemos viejas recién pensaríamos en la muerte cercana, me prometiste que viviríamos millones de aventuras más antes de que pasáramos por esto, Atlanta nos falta terminar tantos planes, viajar a Europa, a los 21 ir a jugar 21, ganar y comprar 21 cosas, conseguir el numero de 21 chicos, nos falta escribir nuestras iniciales en una estantería del colegio como hacían en nuestras series, nos falta conocer el mundo entero, graduarnos, luchar por la vida que siempre soñamos, me faltan muchas cosas que hacer con vos- me desmorone, en ese momento no aguante, lloraba en el suelo de su habitación agarrando una manta que ella se robó de nuestro primer vuelo en avión juntas y ahora también fue del último.
- Robin, ¿queres que te lleve a tu casa? –al costado de la puerta con una cara cansada estaba Dante, yo soy consciente que para nadie es fácil, era obvio que para Dante la perdida no solo fue un golpe muy fuerte, fue el movimiento más brusco y menos esperado que le pudiesen dar a su mundo. Dante como hermano mayor nunca va a tener competencia, por lo menos para su hermana y para mí era el mejor hermano mayor que pudiésemos imaginar.
- no me quiero ir, por favor. Solo quiero estar con ella un rato más- me aferré lo más que pude a esa manta, no la quería soltar y no planeaba irme hasta sentir que podía vivir en paz con el recuerdo de la que fue mi mejor amiga.
ESTÁS LEYENDO
Atlanta
Teen FictionSeguir, es difícil. Nos dejaste con demasiadas dudas, hoy muchos somos dolor, vamos a sanar y seguir, por vos y por nosotros. Soy parte de lo que dejaste atrás; ahora es momento de avanzar