No me agrada este tipo de ambiente, hay mucha gente, un ruido insoportable que no me permite siquiera quejarme con Jaden y a pesar de que se ve un lugar al que acude gente con dinero, no huele precisamente a rosas.
Yo y mi estúpido problema respecto a decir no.
Jaden siguió caminando en medio de la maraña de gente que se situaba en lo que parecía ser una pista de baile, ¿era necesario pasar por en medio? ¿No podíamos rodear a la gente?
Yo lo seguí mientras intentaba no perderme, no sé cuantos pasos habré dado, tal vez era alucinación mía, pero sentía que el lugar era inmenso.
De pronto llegamos a una barra, y después de decir amén mentalmente, me recargué en esta, recuperando el aliento. Sentía como si hubiera corrido un maratón entero.
Jaden se rio al verme, el lucía igual a como entró, él —a diferencia de mí— si venía bien vestido, no igual a las demás personas, pero llevaba un traje azul marino impecable.
Me cansé de no lucir como ellos, y de caminar mucho también.
—Tu rendimiento físico está del asco —dijo burlándose de mi al tiempo que se carcajeaba.
—Gracias —contesté y reposé la cabeza sobre la barra, por encima de mis manos.
Ahora lo recordaba, un día anterior había estado horas de pie y en tacones. Y tenía sueño, aunque bueno, eso siempre.
—¿Qué quieres tomar?
—Buenas decisiones, porque hasta ahora, las que he tomado son peor que pésimas —bufé.
—De bebida —rodó los ojos—. ¿Una margarita?
¿Quién es margarita?
La bebida.
Sentí a mi subconsciente darme una bofetada.
—Ah, claro, sí —me encogí de hombros.
—Genial —sonrió y le pidió la margarita y otra bebida que no entendí su nombre al chico que se encontraba al otro lado de la barra.
Pocos minutos después, el mismo chico me ofreció una copa con un líquido amarillento dentro y una rodaja de limón en la esquina, se veía bien, y después de todo ya estaba aquí.
Iba a darle un trago pero de pronto me vi interrumpida por alguien. Porque parece que en esta vida Katherine no puede ser feliz más de tres segundos seguidos.
—¿Katy? ¿Jaden? ¿Qué hacen aquí? —mi pelirrojo favorito —o más bien, el único que conozco— apareció en mi campo de visión.
—Lo normal, ya sabes, ayudando a Jaden a lidiar con sus problemas de vida —me encogí de hombros y le di un sorbo a mi bebida—. ¿Y tú? —pregunté antes de escuchar a Jaden rezongar.
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Los Winsclerk
Romance**Primer libro de la trilogía "Secretos"** El amor puede presentarse en formas y momentos distintos para cada persona. A Leydan se le presentó a los trece años, él... Bueno, él la empujó a un charco de lodo. Y por otro lado, a Katherine se le prese...