Love Test [Omegaverse Au] (Kieran Valentine)

¿¡QUÉ!?

Toda su vida fue increíble, luego de Monster High y muchos esfuerzos lograron graduarse.

Valentine, el chico que enamoraba a todas con la mirada, cambió su actitud a una más responsable, aunque con el mismo encanto.

Y tú, a pesar de tener una carrera lista, y todo lo necesario para ser maestro de primaria, habías sido asignado como maestro de preescolar, cosa que no te disgustaba, la compañía de los pequeños niños te alegraban el día.

Por el trabajo de ambos, no podían pasar mucho tiempo juntos, mayormente era únicamente en las noches y poco tiempo de la tarde, aún así no descuidaban su relación, dándose tiempo para los 2 en los fines de semana.

Y aquel fin de semana, sería uno especial, cumplirían sus primeros 2 años de casado.

Su boda había sido lo mejor que te había pasado en años, a él le costó un poco proponerlo, pero una vez hecha la propuesta no se arrepintió.

Su sábado estuvo genial, la pasaron juntos todo momento, sujetados de la mano. Y para acabar, se sentaron en la banca de aquel parque, él insistió en manejar para llegar tan lejos solo para sentarse, para él se volvió especial la banca, y como no, en esa misma banca te pidió que fueras su novio.

El domingo por la mañana se levantaron un poco tarde, en la misma posición en la que dormían siempre, tu en su pecho y el abrazándote con su brazo.

Sin embargo, una sensación extraña te hizo levantarte de golpe, tu estómago se revolvió, queriendo regresar toda la comida del día anterior.

Te levantaste rápidamente sin siquiera ponerte zapatos, corriste hasta el baño y te tiraste frente a la taza, para poder expulsar todo.

Te levantaste una vez todo estaba hecho, y lavaste tus dientes, el vomito había dejado un sabor horrible en tu boca, cuando diste la vuelta él ya estaba ahí, parado en el marco de la puerta, con la misma pijama que solía usar cuando estudiaban en Monster High.

— _____, ¿Estás bien? —Preguntó preocupado.

— Si, si, estoy bien... Ah... —Te levantaste, caminando hacia el lavabo.— Debe ser algo que comí... Es todo. —Dicho eso, comenzaste a llenar tu boca con agua para luego escupirla, así sucesivamente.

— Vente, te llevaré al doctor.

— No es necesario.

— Dije que te llevaré, no es pregunta. —Impuso su autoridad, o al menos la poca que tenía en la casa.

Se alistaron, el llevaba el traje que siempre usaba, claro, quizá su trabajo se lo exigía de más y no tenía mucha más ropa "normal", subieron al pequeño auto que tenían y comenzaron a conducir hacia el doctor de confianza, aquel al que siempre asistían.

No había muchos cambios en la sociedad, aún había humanos que juzgaban a los monstruos, y viceversa, era extraño ver a uno habitando con los otros, el racismo hacia los monstruos aún existía.

Siempre había gente que los miraba extraño, incluso con asco, pero poco les importaba.

Tardaron un poco para llegar al consultorio, entraron rápido, era domingo, por lo cual no habría mucha gente allí.

Te dejó sentado en una silla, mientras el se alejaba para poder ir al escritorio del doctor.

— Doc, le traigo a _____. —Habló, señalando a su acompañante.

— Ah, Valentine, hace tiempo no los veía. —Respondió el doctor, quien no parecía pasar de los 30 años.— ¿Que tiene?

— Se despertó a vomitar, me preocupa su salud.

— Bueno, tengo que atender a unas personas que esperan adentro, después de ellos irán ustedes.

— Gracias Doc.

Valentine regresó a su asiento junto al tuyo, tu ya estabas jugando con tu celular a uno de los pocos juegos que tenías. Riendo con enojo cuando no lograbas tirar la torre.

— No le sabes a ese juego, _____. —Dijo, poniendo su brazo atrás de tu cuello mirando la pantalla de tu celular.

— Shhhh, mis alumnos dicen que este juego está chido, mira, éste pájaro está chistoso.

— Se parece a ti, mira, todo enojado. —Rió

— ¿Que te pasa? Yo nunca me enojo. —Reíste en voz baja.

Esperaron unos cuantos minutos más, hasta que el doctor les llamó.

— Señor Valentine, espere afuera unos minutos, tengo que hacerle un chequeo a _____.

— Si, claro, aquí espero.

Entraste al consultorio, tomando asiento frente al doctor.

— Me dice Valentine que vomitaste por la mañana, ¿Haz comido algo que te pudiera hacer daño?

— Pues... Ayer comí un helado, no sé si eso pudo hacerme daño.

— Veamos... Una pregunta, ¿Cuando fue la última vez que tuviste relaciones con Valentine? —Preguntó, lo cual hizo que te sonrojaras.

Mientras tanto con Valentine, solo estaba ahí sentado, se aburrió un poco, por lo cual fue a una de esas máquinas dispensadoras que se encontraban afuera del lugar, había 3 diferentes, le costó un poco de trabajo escoger lo que quería, pero finalmente se decidió por unas donas.

Cuando volvió a tomar asiento, comenzó a disfrutar de su alimento, para su sorpresa, el doctor le llamó, por lo que entró rápidamente al consultorio a tomar asiento junto a su esposo.

— Bueno, chicos, los resultados no tardaron en llegarme, y los tengo en este sobre.

— Bueno Doc, digamos lo que pasa. —Habló Valentine, guardando sus donas en algún lado de su traje.

— Antes que nada, quiero decirles que pase lo que pase, las cosas nunca son malas, y...

— Dígalo sin rodeos, por favor, ¿Que pasa? —Valentine quería saber los resultados de una vez.

— Felicidades, van a ser padres. —Dijo, poniendo frente a ellos el papel de resultados, en efecto, la prueba de embarazo dió positiva.

— . . . —Valentine se quedó en silencio.— Usted es muy gracioso, Doc, ¿Sabía? —Dijo riendo.— Jajaja, que bonita y chistosa forma de decirme que _____ está en perfectas condiciones, procedo a llevármelo a nuestra casita.

— Valentine... —Hablaste.— N-No es broma...

— ¿Que? —Respondió, cambiando su expresión.— ¿¡QUÉ!? ¿C-CUANDO PASÓ ESTO?

— ¿Podemos hablarlo a solas? —Hablaste.

— Si, si, perdón... —Antes de retirarse, pagó al doctor y salieron.

Se quedaron parados afuera del consultorio, sin entrar a su auto, el cual estaba frente a ustedes.

— ¿Voy a ser papá? —Se preguntó a sí mismo.— ¡VOY A SER PAPÁ! —Gritó feliz, abrazándote y poniéndote contra su pecho.

¿Continuará?