CAPÍTULO 14

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Habían pasado 2 semanas desde que Hermione me había dado la noticia del embarazo. Amaba acariciar su tripa y hablarle a nuestro bebé, aunque la tripa de Hermione seguía estando planita, pero no iba a tardar mucho en cambiar y estaba esperando para verlo.

Estábamos yendo a nuestra primera cita con la doctora por haber cumplido las 4 primeras semanas. Estaba muy emocionada por poder verlo por primera vez y no podía esperar. Estábamos en la sala de espera con Teddy, que obviamente no había querido perdérselo.

Desde que le explicamos todo en la mansión, Teddy estaba muy ilusionado con la llegada del bebé, decía que así tendría a alguien a quién cuidar y con quién jugar y ya no se preocupaba por si lo dejáramos de querer.

Mi sobrino estaba viviendo ahora con nosotras mientras mi tía estaba en Estados Unidos. Al día siguiente de que Teddy nos dijera que quería venir con nosotras, se lo explicamos todo a mi tía, que acabó llorando por cómo su nieto se preocupaba por su felicidad. 

Al final acabó accediendo y se había ido hacía más o menos 1 semana y volvería para cuando fuera a nacer el hijo de Alex porque no quería perderse ninguno de tres los nacimientos.

Digo tres nacimientos porque hace hace unos días Draco nos había dicho que también iba a ser papá junto con Tory. Mi madre casi se desmaya porque cuando nazcan se llevarán muy poco de diferencia, será como tener trillizos otra vez, pero creo que está acostumbrada así que no habrá problema y lo más probable es que los consienta mucho.

̶ Hermione y Aria Malfoy ̶ nos llamó una enfermera y nos levantamos ̶ vengan por aquí por favor.

Seguimos a la enfermera hasta una consulta, entramos y había una señora de unos 40 años o un poco más. Al vernos nos sonrió y se levantó dándonos la mano.

̶ Es un placer señoras Malfoy, soy la doctora Edwards y voy a ser vuestra doctora durante el embarazo ̶ se presentó ̶ por su puesto si tenéis alguna duda podéis llamarme. Aunque ya habéis tenido otro hijo por lo que veo así que no...

̶ No es nuestro hijo ̶ la corté mirando a Teddy ̶ es nuestro sobrino, pero para nosotras es como si fuera nuestro hijo de todas formas.

Teddy me sonrió y asintió mirando a la doctora, que nos sonrió entendiendo. Conectó la máquina y le indicó a Hermione que se tumbara y se quitara la camiseta. La castaña lo hizo y la médica puso el gel frío sobre su tripa y lo esparció.

Miramos la pantalla y salía lo que supongo eran las imágenes de nuestro bebé, pero para ser sinceros, no se veía una mierda.

̶ Aquí está ̶ anunció enfocando un punto y señalándolo en la máquina.

̶ ¿Eso es mi hijo? ̶ pregunté frunciendo el ceño.

La verdad es que no veía nada, pero si la doctora lo decía, debía ser porque era verdad. La doctora nos señaló el punto otra vez. Lo miré y bueno, mi bebé parecía un guisante.

̶ Así es ̶ respondió la doctora riendo al igual que mi esposa ̶ ¿queréis oír sus latidos?

Asentimos y le dio a un botón, entonces, se empezó a escuchar los pequeños latidos de nuestro hijo. Sin poder evitarlo se me escapó una lagrimita, miré a Hermione y apreté más fuerte su mano con todo el cariño que pude reunir.

̶ Es maravilloso ̶ susurré y me aclaré la garganta ̶ lo siento, no suelo ser así.

̶ Es normal que te emociones ̶ aseguró la doctora ̶ os imprimo la foto y grabo los latidos para que os los llevéis a casa. Nos veremos en 4 semanas y tendremos citas cada mes. A partir de la semana 28 las tendremos cada 2 para controlar que todo esté bien. ¿Os parece?

No me importa la sangre (2ª parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora