La lujuria desencadenada de una leona

Lujuria de la noche blanca

Mereoleona encontró a la pelimorada llamándola entre gemidos ahogados por una almohada, todo eso mientras sobre su cama un gran charco de líquido vaginal llenaba las sábanas.

Mereoleona: Dorothy, siéntete libre de utilizarla tanto como quieras, yo iré a dónde tienen a las de ojo de la noche blanca.

Mereoleona: nos vemos preciosas.

Después de un pequeño vuelo, Mereoleona llegó a su objetivo la prisión donde retenían a criminales, lo que le importaba era un par de magas de ojo de la noche blanca.

Mereoleona: disfrutaremos mucho esto Asmodeus.

Sin previo aviso o consideración Mereoleona entró a la celda de Sally.

La chica estaba despierta y vió a la lujuriosa pelinegra entrar en su celda.

Sally: bonitos genitales, pero violarme no suena divertido, ¿Que te parece si hacemos un trato?

Mereoleona: ¿Que tienes en mente?

Sally: si logras complacerme seré completamente tuya y hasta podrás embarazarme, pero por otro lado si eres una total decepción te volverás mi sujeto de pruebas y me ayudarás a salir de aquí, ¿Qué dices?

Mereoleona asintió con la cabeza y empezó a ver cómo Sally se desnudaba.

Levantándose de su cama Sally se acercó al pene de Mereoleona y empezó a lamer la punta.

Sally ponía todo su empeño en darle placer a Mereoleona, pero con Dorothy y Meinu como punto de comparación era bastante mala.

Mereoleona puso su mano en la nuca de Sally y con violencia empujó sus labios hasta casi la base de su pene.

Eso sí produjo una sensación de placer en la pelinegra, rápidamente Sally se retiró violentamente y empezó a toser.

Sally: ¿Cómo se te ocurre? ¡Son como 24 pulgadas! ¡¿Dónde creías que las iba a meter?!

Mereoleona: esto no es tan bueno como esperaba.

Mereoleona puso su mano en la cara de Sally y la empujó contra el piso haciéndola caer de espaldas y revelando su vagina.

Mereoleona: te mostraré el auténtico placer.

Mereoleona empezó a frotar su duro pene en la vagina de Sally haciéndola gemir de placer.

Mereoleona: ahora... ¡Al evento principal!

Mereoleona metió su enorme pene dentro de la vagina de Sally tomando su virginidad, sin perder tiempo Mereoleona empezó a embestir con fuerza a Sally, los sonidos de los testículos de Mereoleona chocando con las nalgas de la pelinegra y los húmedos gemidos que Sally ni trataba de contener se escucharon a continuación.

Aproximadamente ocho minutos después, Mereoleona había roto en su totalidad la brillante y un poco extraña mente de Sally.

Sally: Ahhh... Me corro

Sally sentía el pene de Mereoleona recorriendo cada centímetro de su vagina.

Mereoleona: ¡Yo apenas empecé y tú ya estás hecha un desastre... Te haz estado corriendo sin parar!

Mereoleona seguía embistiendo la vagina de Sally amoldando su interior para que solo Mereoleona pudiera darle el placer que ella busca.

Sally: Ahhh... Más por favor

Mereoleona: ¡Espero y estés lista para ser madre porque pienso cumplir nuestro trato!

Sally: ¡S-si! ¡Córrete!