Capítulo 3

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— ¿¡Puedes, por lo menos, intentar caminar?!— dije molesto

—Cuida... cuida como me hablas...— contestó Kris

— ¿Qué piensas hacer? Ni siquiera puedes mantenerte de pie tu solo— espeté

—Tu... tú buscas pelea, tu...— me miró fijamente varios segundos— Will... tu estas buscando pelea...

—No voy a pelear con un idiota que se emborracha tratando de conquistar a una chica

     Salí del bar casi arrastrando a Kris, y él no me ayudaba, pues quería volver a entrar a buscar a su ''Chica del cabello de chocolate'' para pasar una ''buena noche''.

—Tal vez... tal vez sería más fácil... sí me cargaras como a una princesa

—Estas jodidamente loco si crees que voy a hacer eso

     Tenía uno de los brazos de Kris rodeándome los hombros y yo lo sostenía por la cintura.

—Eres... eres malvado...— me acusó

—El peor de todos— dije asintiendo— camina, tenemos que buscar un taxi

     Intenté seguir avanzando, pero no era sencillo teniendo en cuenta que Kris se resistía y que lo estaba llevando yo solo.

—Kris...— me quejé

—Me... me separaste de ella...— parecía estar a punto de llorar

—Yo no hice tal cosa, se fue sola... ¡Kris, por favor!

—No... No me grites...

— ¿Necesitas ayuda?— preguntaron

     Levanté un poco la cabeza, encontrándome con un chico que se estaba recargando en la pared a un par de metros.

—Gracias, pero no quiero molestar— contesté

     El chico se quedó callado varios segundos.

—No hay problema— dijo al fin

     Tiró una colilla de cigarro al suelo y la pisó, después se acercó y se colocó al lado derecho de Kris.

—Gracias— murmuré al liberarme de una parte del peso del castaño

—Descuida... tu amigo es pesado— sonreí

—Ni que lo digas

— ¿A quién... a quien llamaste pesado?— preguntó Kris

—A nadie— aseguré

—Yo... yo te escuche

—Claro, Kris

     Llegamos a la esquina de la calle, había dos taxis estacionados, pero ambos estaban ocupados. Suspiré, ahora tendría que esperar hasta que otro se detuviera. Comencé a hablar, dirigiéndome al chico que me había ayudado.

—Gracias, si tienes algo que hacer... puedo solo desde aquí

—No te preocupes, tengo la noche libre

— ¿Quien... quién eres tú?— preguntó mi amigo

     Intenté mirar al chico que estaba al otro lado de Kris, pero el cuerpo del castaño me lo impedía así que esperé una respuesta.

—Bueno...— dijo— ya viene un taxi

— ¿Necesitan transporte?— preguntó el conductor, deteniéndose frente a nosotros

Cualquier EstupidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora