Larry OS Collection.

❝Two in one❞

Publicado: 09/04/2015

Género: Sexual.

Única parte.

— ¿Louis? — Un chico de al menos 1.76 m, específicamente llamado Liam, busca a su adorado compañero de cuarto por aquel bar tan iluminado, lleno de gente en aquella noche que derrocha los deseos de follar por aquí y follar por allá. Choca con algunas personas luego de pasar de ellas y enfurecerse consigo mismo por haberlo perdido hacía unos quince minutos. Sin embargo, eso no iba a hacer que dejara de disfrutar la noche.

Mientras tanto, el chico en la lista de los más buscados por Liam se encuentra caminando hacia uno de los taburetes frente a la barra, donde se asegura pedir alguna cerveza, o algo que lleve mucho alcohol.

El barman preparó cualquiera que fuera la bebida y cuando se la acercó a Louis con cierto grado de coquetería, alguien más interrumpió la escena, entregando unos cuantos dólares al hombre, los suficientes para pagar aquella copa.

— Ya lo tengo, eh. — Dice una voz totalmente profunda y seductora al lado del más bajo de ambos. El barman lo mira con un aire de enojo, pero se va con el dinero para seguir haciendo su trabajo, tratando de olvidar que le "cortaron" su ligoteo.

— Woah, ¿se te da por pagarle los tragos a alguien sin siquiera saber su nombre? — Louis sonríe, entusiasta por la idea de que aquel dueño de esa mata de rizos le hubiese pagado lo que estaba a punto de beber.

— Que no sepa tu nombre no significa que no te encuentre atractivo, cielo.— Se encogió de hombros, como restandole importancia.

— Muy amable de tu parte. — Dice Louis, acercando la copa de cristal hacia sus labios para beber su bebida con sabor a fruta. — Sin embargo, yo quiero saber el nombre del extraño tan caliente que me ha comprado una bebida. 

— Harry — Dice sonriendo.

Durante los últimos instantes, el ojiazul no había parado de observar aquellas orbes verdes, puestas fijamente sobre su rostro. Se llamaba Harry y le gustaba aquel nombre. 

— Y yo soy Louis, a pesar de que no hayas preguntado. — Él sonríe dándole gracia al asunto, mientras continúa bebiendo de su copa de una forma que a Harry le mantuvo como un estúpido.

El ojiverde baja su atención hacia el enorme culo postrado delicadamente en aquel taburete, por lo que muerde su labio inferior con algo de fuerza. Jamás había visto un par de nalgas tan grandes y eso lo volvía loco. Se imaginaba a sí mismo pegandole fuertes nalgadas sobre su piel. Louis se dio cuenta de lo que Harry había hecho, por lo que soltó una pequeña risa.

— ¿Te gusta mi culo, eh? — Dijo con descaro, sin importarle lo directo que haya sonado. — Tal vez y puedas verlo después, con más presición. 

Harry arqueó una de sus cejas, sabiendo lo que el dueño de aquel cuerpo escultural estaba tramando. Sonrió satisfecho, o más que eso.

— Eso suena... divertido. — Musitó de nuevo con aquella voz tan gruesa y atractiva para los oídos de Louis.

— Sí, muy divertido. — Sonrió el ojiazul mostrando los dientes, para que después volviera a beber de la copa en su mano izquierda.

— Ahora estás bebiendo, pero... ¿qué te parece un baile? La pista está... agradable. Y no sería un baile muy decente después de ver tus apetitosos atributos.

Después de aquella propuesta, Louis no tuvo que pensarselo mucho. Su silencio significaba un sí después de que había vuelto a curvar sus labios en una sonrisa. Dios, pero si Harry estaba embobado a cada vez que Louis hacía eso. Éste último se giró sobre el taburete, para dirigir su mirada hacia la pista, observando como las personas bailaban con cierto descontrol. Pero en medio de aquella multitud alocada, se encontró con un hombre increiblemente atractivo, que está obviamente restregándose contra otro chico de un modo que a Louis le atrajo mucho. Pero lo que más le sorprendió, fueron esos fuertes brazos llenos de tinta que estaría ahi permanentemente, aquella sonrisa y ese tremendo culo, aunque nada comparado al que él poseía. De pronto, como si el mismísimo cielo hubiera hecho el milagro, aquella mirada de ojos mieles se clavó seductoramente en Louis. El chico de cabello negro se despidió de con quien bailaba, para acercarse ésta vez a el ojiazul.