Es una historia breve de como una chica estando en sus 20 años, deambula repentinamente por los pasillos activos de su mente de 18 en adelante , encontrando allí los mejores momentos de su vivir con un hombre, gracias a esto, el libro se titula (M...
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Era época de Navidad cuando empecé a salir con un chico atractivo físicamente y espiritual, me encantaba tanto hablar de todo y ver su sonrisa, aunque para él no lo fuese perfecta me atraía, me atraía ver como su rostro expresaba alegría me llenaba el corazón de una emoción que provocaba que mi estómago hiciese un cosquilleo que no había sentido nunca. A pesar de mi corta edad no había experimentado tal sensación de la cual todo el mundo hablaba, recuerdo que era mi día y mi noche , vivíamos muy lejos, pero eso no fue impedimento para que nuestro sentimiento no creciera.
Cada vez nos acercábamos más y más, tanto que cambien o cree mi proyecto de vida como podría hacer una joven enamorada a sus 18 años, no tenía claro el tema del amor y es que no era culpa mía, tenia buenas enseñanzas y era ese tipo de niña que las señoras deseaban como la novia de su preciosos bebes, dado por hecho que no salía a fiestas, no tenia vicios en pocas palabras ... una niña de casa, que cumplía con sus deberes y obligaciones según a la edad que tenia, resaltemos que me gusta estudiar y sentirme útil. Así conocí a dicha persona, al terminar mis estudios secundarios logré ingresar a la universidad de los pobres prestigiosos de Colombia, para aquellos que no conocen señores y señoras esto es el famoso SENA, un lugar lleno de encanto y amor por lo que se hace y se desea ser.
Al principio fue un poco complicado salir juntos por que él tenía una "imagen" que guardar, en comillas por que no entendí el tipo de imagen que quería preservar, se tomaba la molestia de explicarme pero era tan irritante escuchar de diferente manera su punto que termine omitiendo esto.
Me sentía muy feliz de estar con el, que le empecé a dar gracias a Dios por la bendición que me había dado, al poco tiempo conocí su familia, sus padres, los viejos a los cuales se ganaron mi cariño, estas personas eran de un clima tan agradable, eran unos padres de envidia literal.
conocerlo me permitió alcanzar esa felicidad que no había conocido y saber que le importaba a alguien mas que fuera mi familia era hermoso, juro que habría durado horas detallando cada movimiento de sus censuales labios gruesos a los cuales les rodeaba una barba preciosísima de tres colores mezclados, negro, marón y un rojizo tirando aun naranja imponente.
Y he gritado que; ¡se parece a un Dios Nórtico!.
un hombre espectacular, su aspecto robusto me hacia sentir segura y cuando me daba su mano me sentía chiquitita y mimada, su niña, cómo el era mas alto con 1,80 y yo 1,59 levantaba mi mirada y allí estaba, con su vista al frente y perdida. siempre le preguntaba en que pensaba. por en ocasiones nos quedábamos en silencio, pero no era un silencio incomodo era un silencio tranquilo así se sentía
Me deprime el hecho de ya tener 20 y regresar al pasado por ese pequeño y malvado espacio-tiempo o mejor, colapso de segundos que se me van eternos al saber que puedo vivir todo de nuevo y ver allí ese brillo en sus ojos.
