Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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—Namjoon, quiero pedirte formalmente la mano de Jimin, nos amamos y queremos casarnos— el arquitecto miraba fijamente al mayor de los Park, habló con seriedad y sosteniendo la pequeña mano del rubio.
Jimin miraba al pelirrojo, su mirada llena de felicidad y su media sonrisa irradiaba todo el amor que ese hombre con ese perfil perfecto le hacía sentir.
Todos los presentes se quedaron mirando a Hoseok, todos a excepción de Christopher ya que a él no se le hacía extraño por que sabía de esa relación, todos se quedaron con la boca abierta.
Taehyung aunque extrañado, por dentro estaba feliz de las palabras del arquitecto, era lo que él siempre había querido que Jimin y Hoseok se enamoraran ya que estaba seguro de que el pelirrojo era el que podía hacer feliz a su primo.
Namjoon se levantó con el ceño fruncido mirando a la pareja que permanecía de pie y tomados de la mano. El rostro del peligris estaba tenso, molesto.
—¿Qué es esto? ¿Una broma? Por que si es asi, es una broma de muy mal gusto Jimin— espetó el peligris.
— No es ninguna broma hermano. Hoseok ha dicho la verdad.
El peligris se apartó de la silla quitó su saco dejándolo sobre ella y caminó hacia la biblioteca ante la mirada de los demás que permanecían en completo silencio.
—Ven conmigo Jimin— habló el peligris sin mirar al menor.
—Pero Namjoon...— habló el rubio siendo interrumpido por su hermano.
—¡Ahora!— dijo Namjoon molesto alzando la voz.
Jimin miró a su novio con una sonrisa, quizá para tranquilizarlo, pues sentía algo de tensión en el pelirrojo. Le habló bajito soltando su mano.
—Ahora regreso cariño.
—Voy contigo— soltó el pelirrojo.
—No amor. Déjame hablar a solas con él, yo sé cómo arreglar esto no te preocupes...
De pronto se escuchó la gruesa voz de Namjoon.
—¡Jimin! ¡Te estoy esperando!
El rubio caminó rodeando el comedor para alcanzar a su hermano.
—Jimin, déjame acompañarte— pero volvió a recibir una negativa por parte de su novio. Pero aún así quiso seguirlo siendo detenido por el castaño.
