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Estábamos de camino a la cabaña cuando chris se detuvo en un restaurante que estaba prácticamente vacío, chris pidió wafles y yo solo una torta con jugo de fresa.

No demoramos mucho y continuamos con el pequeño viaje. De paso le estaba explicando a anya que debía decir si mi madre llegaba y no me encontraba en casa, en todo momento me estuvo advirtiendo que tuviera cuidado con el chico y que si necesitaba ayuda que no dudara en avisarle.

Al llegar ayudé a chris con la cocina para el almuerzo, y, me puse hacer unos cuantos deberes mientras el se daba un baño en el río al cuál iría más tarde; Luego de terminar al fin con mis trabajos me puse mi bañador rojo.

Al llegar ayudé a chris con la cocina para el almuerzo, y, me puse hacer unos cuantos deberes mientras el se daba un baño en el río al cuál iría más tarde; Luego de terminar al fin con mis trabajos me puse mi bañador rojo

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Salí con una toalla envuelta sobre mi cuerpo y sandalias, al llegar junto a chris dejé al toalla en una roca y de a poco entre al agua, Pude notar que me miraba fijamente asombrado y sentí mis mejillas arder.

-El rojo te queda...- aún no entraba del todo al agua, así que, me reparo de pies a cabeza -muy bien- sus labios se curvaron regalandome una hermosa sonrisa.

-Muchas gracias- dije, algo tímida.

Comencé a adentrarme al río que estaba muy fría y cuando no sentí el fondo decidí que había llegado lejos y tenía que volver un poco. Sí, no sabía nadar pero era amante al peligro.

-Ven- me estiró su mano para que fuera con él, al instante me negué. Su rostro se contrajo en confusión y luego pareció entender -¿no sabes nadar, cierto?

No respondí y al parecer esa fue su respuesta. Nadó hasta donde estaba y se acercó su mirada estaba fija en mis ojos. Examinando. Se fue acercando un poco más hasta sentir su aliento en mi cara, luego posó su mano en mi espalda y me miró nuevamente.

-¿Puedo?- entendí a lo que se refería y asentí.

Posó su otra mano en mis piernas y con mucho cuidado me levantó, pase mis brazos por su nuca para aferrarme bien a él. Comenzó a caminar hasta los más profundo pero cuando vi que me estaba soltando me alarme de inmediato.

-Shh. Confía en mí- susurro -no te soltare del todo solo mueve las piernas bajo el agua para que no te hundas- sus manos aun estaban en mi cintura y empecé hacer lo que me dijo

-Esta muy fría- mire a otro lado ya que sentía mi cara muy caliente y eso no era bueno.

-Eres muy bonita, ángel- sus ojos miel me miraban con mucha intensidad.

-Yo-yo... Gracias- esto no podía ser peor. Me estaba sonrojando frente a él.

¡Qué vergüenza!

-Oye...- no sabía que decirle, estaba muy nerviosa -creo que deberíamos volver y comer...

Sonrió y asintió con lentitud -Ve, comeré luego- me iba a soltar cuando me aferré a él y quizás fue demasiado.

Su cuerpo estaba muy pegado al mío, podía sentir todos sus músculos tensos pero luego se relajo, su corazón latía con rapidez. Su cuerpo estaba caliente aún con el agua fría podía sentirlo, su respiración golpeaba mi mejilla. Quizás me estaba aferrando demasiado a él.

Intenté separarme pero colocó un brazo en mi cintura, inmovilizandome. Lo mire sorprendida pero tarde me di cuenta que estábamos demasiado cerca, nuestras respiraciones se mezclaban, su nariz rozaba la mía, sus labios comenzaron a separarse y yo decidí tomar la iniciativa.

Posé una mano en su mejilla y deposite un corto beso en sus labios. Chris estaba sorprendido pero no demoró en reaccionar y atacó mis labios con ansias, rodeé su cintura con mis piernas mientras nos besábamos con efusuvidad.

Había una roca cerca de nosotros y con cuidado chris me recostó para estar más cómodos, sus labios eran muy suaves con un rico sabor a miel. Daba besos torpes pero me defendía, ¡Vamos, es mi primer beso!
Sus labios eran demasiado deliciosos que no quería dejar de besarlo, sentí que serían mi nueva adicción y eso era peligro.

Mis pulmones exigían aire y por desgracia tuve que interrumpir el beso, Necesitaba más condiciones con suma urgencia. Repose mi frente con su pecho exigiendo aire, estaba muy agitada por el momento. Supongo.

Reaccionó y se alejo un poco de mi-Angeles yo...- no sabia que decir y se paso su mano por el cabello húmedo. Estaba sorprendida por lo que acababa de pasar, muy sorprendida.

Me pase los dedos por los labios, nunca iba a olvidar éste día sin duda.

-¿Estas bien?- se veía algo preocupado y asustado -quiero pedirte disculpas por besarte yo...

Y sí. No se de dónde demonios saqué el valor pero lo volví a besar.

No puedo negarme a volver a probar sus labios, son demasiado exquisitos.

Sus manos volvieron a mi cintura haciendo un leve apretón que me hizo soltar un pequeño jadeo en sus labios, cada vez me inclinaba más sobre la roca teniendo conmigo más justo su cuerpo caliente.

¡Este chico es candela!

Sus labios dejaron pequeños beso por mi barbilla y luego fueron bajando a mi cuello. Tenía que detenerlo o llegaríamos más lejos aunque en el fondo quería dejarlo pero no podía, aún no.

-Chris- sonó más como jadeo que petición. Mierda esto era demasiado delicioso.

Iba a volver hablar cuando se alejó de mí abruptamente y sentí el frío del agua consumiendome. Mierda. Gracias a la cercanía de su cuerpo era que estaba a flote y ahora me encuentraba hundiendome.

¡Maldigo la hora en que no tomé esas malditas clases de natación!

Al instante se sumergió y me tomo por la cintura nadando conmigo a la orilla, cuando sentí el suelo bajo mis pies me solté y comencé a caminar rápido. Estaba a punto de comenzar a entrar en pánico y estar cerca de él no era tan buena idea.

-¡Angel espera!- lo escuchaba gritar mientras yo casi corría dentro de la cabaña.

Abrí la puerta y entre directo al baño. Mi cuerpo entero palpitaba por la situación y comenzaba a hiperventilar, escuchaba los pasos de chris fuera de la pequeña habitación.

-Mira Angeles yo... Lo siento, eso no debió pasar pero por el momento yo me dejé llevar y...- no lo deje terminar cuando abrí la puerta de golpe, estaba temblando -angeles- se acercó de inmediato y me tomó por las manos

-Mi maleta- murmure -hay una pastilla en el primer bolsillo- comenzaba a sentirme mareada -corre

Y sin pensarlo dos veces corrió y rebusco las pastillas de mi maleta, cuando finalmente las encontró corrió donde mi con un vaso y la lleno de agua en el grifo. Me tomé la pastilla y mi cuerpo se sintió más aliviado. Mire a chris quien se veía pálido y muy preocupado.

Vaya mierda.

Acabo de asustarlo.

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