La Isla [He Tian x Jian Yi]

Pequeños gestos - 12

Es de mañana, como se ha vuelto usual por estos días ambos compañeros despiertan entre miembros entrelazados y un calor confortable.

Por gracia del cielo no hay más sonido que el del viento resonando fuera de la cabaña, un claro indicio de que han despertado en un día sin la presencia de la lluvia para atormentarlos y encarcelarlos en su propio sitio.

Es Jian Yi el que abre sus ojos primero. Su cabeza está sobre el brazo extendido de He Tian, aunque sus rostros están muy cerca no puede encontrar ánimos para complicarse la existencia avergonzándose por algo que se ha vuelto casi natural en sus mañanas.

Aprovecha esos pequeños momentos de calma para fingir que son dos personas normales acostadas luego de una fiesta nocturna privada en su departamento, porque aunque ya ha aceptado su situación, nada le impide soñar con la antigua normalidad.

Entonces mira a He Tian, perdido en sus pensamientos logra asimilar inconscientemente que su nuevo tono moreno le sienta bien, que combinado con su cabello oscuro y la ligera barba que le ha salido en esas tres semanas de aislamiento le quedan realmente bien, luciendo muy guapo si debía de ser sincero.

Lo único que no se ve agradable con su apariencia tan varonil y apuesta, es esa araña deslizándose por su hombro superior.

Sí, la araña verdaderamente le quita el encan-

...

¿Araña?

―¡AHHH! ―Jian Yi grita y sale disparado hacia atrás, cayendo de la cama por su propia reacción.

De inmediato He Tian reacciona en respuesta al escándalo generado, tan rápido como el viento ya está con todos sus sentidos alerta, con una mirada un poco pérdida pero centrada en defenderlos de lo que sea que esté mal.

Cuando ve que no hay nada fuera de lo común a su alrededor, mira a Jian Yi con seriedad.

―¿Qué sucede?

―A-A-A... ―El rubio tartamudea, levanta una de sus manos temblorosas y apunta hacia el hombro del pelinegro― ¡Araña!

Con una actitud totalmente opuesta a su amigo, He Tian mira con desdén sobre su hombro. Viendo al insecto huir por su brazo solo levanta su mano y la deja caer sobre el arácnido, matándolo y acabando con su vida con un rostro hastiado.

―¿Eso es todo?

―He Tian... ―comienza a decir con voz temblorosa, desde el suelo se levanta para tomar fuertemente el otro brazo de He Tian, claramente en un intento de aferrarse a su amigo― Pu-pudiste haber muerto.

―Ah, ¿estabas preocupado por mí?

―¡Estaba preocupado por mí! ¿Quién me abriría las latas de comida sin ti?

Pese a la negativa del rubio, He Tian se ríe de lado mientras acaricia su cabello― Solo por ti voy a fingir que te creo.

Luego de eso hablaron un poco mientras Jian Yi se tranquilizaba, cuando desayunaron y miraron las pocas latas de comida que quedaban se miraron preocupados por un minuto antes de cambiar el tema que cada vez se hacía más necesario de hablar.

Luego como todos los días fueron a la ladera, hicieron deporte mientras miraban ansiosa pero disimuladamente el horizonte, y cuando estuvieron cansados se recostaron bajo la sombra de un árbol a esperar en silencio la llegada de la tarde.

En momentos como ese es cuando la típica frase de aburrimiento de Jian Yi llegaría, sin embargo, por una vez fue He Tian el que comenzó a quejarse al respecto.