Nuevos caminos

207 34 5
                                    

Como era de esperarse, así como Rin y Sesshomaru continuaron con su vida, sus amigos debían lo mismo.

Inuyasha.

Mi viaje a la universidad de Princeton fue tranquilo. De camino escuche mi PlayList compartido con Rin, al menos así la recordaría fácilmente. No pude evitar pensar en ella y en todo lo que hemos compartido, sin duda era una mujer inolvidable y aunque renuncié a mis sentimientos por ella sabía que la iba a extrañar, Rin es de esas personas que prevalecen en el pensamiento, cualquier detalle o palabra por mínimo que pareciera me recordaba a ella. Me había enterado que Haku estudiaba en la misma universidad que la pitufa así que decidí mantener contacto con él para saber de ella constantemente puesto que no solíamos hablar mucho; lo último que me contó fue sobre sus clases nuevas y el taller de pintura que decidió tomar, se escuchaba muy entusiasmada, me alegraba oírla así... todos sabemos que los cambios no son fáciles, pero algo bueno deben de tener.

En fin; al llegar a Nueva jersey noté algunas diferencias con Albany. El tráfico me estreso un poco, aunque, intente ir con tranquilidad hasta mi nuevo departamento, había decidido no quedarme en la residencia de estudiantes. Quería mi espació así que fue la mejor opción. Después de aparcar en mi parte del estacionamiento descargue algunas cajas y entré; el lugar era acogedor, paredes cubiertas de papel tapiz color azul me rodearon, evidentemente necesitaba comprar varios muebles, pero eso lo haría poco a poco. Inmediatamente me puse a vaciar mi camioneta e intente guardar la mayoría de cosas, cuando termine salí con dirección a la universidad, era buen tiempo para registrarme en el equipo de deportes del instituto, había decidido continuar con el fútbol.

Kagome.

Caminaba de un lado a otro en mi habitación esperando la respuesta de la universidad de Barcelona, moría de nervios por saber si había sido aceptada. Miroku me propuso irnos a España sin importar el resultado, sin embargo, no podía hacer eso, mis padres no lo permitirían sin tener algo seguro, por eso anhelaba ver la leyenda "Aceptada" en la página oficial, cada minuto la actualizaba con ilusión. El sonido de mi celular me sacó del transé en el que me hallaba — ¿Hola? — respondí sin mirar de quien se trataba

— ¡Me aceptaroooon! Mi amor, estoy dentro — escuche su emoción, me daba alegría por él — ¡Felicidades, mi amor!

—...Tú, ¿no has tenido respuesta? — controlo su volumen de voz

—No aún no — suspiré desanimada

—Tranquila, pronto verás que tú también fuiste aceptada

—...Y si eso no pasa ¿Qué haremos?

—Buscaremos otra opción preciosa... no me iré sin ti — escuchar eso me dejo helada, no podía permitir que el dejara pasar esa oportunidad por mí. Una vez más actualice la página, quede paralizada al ver el resultado, a los pocos segundos comencé a llorar, él al escucharme me pregunto qué ocurría, pero no pude dar respuesta, colgué la llamada y deje caer el celular "No es posible... Nooo"

Algunos minutos después, no sé cuántos exactamente, alguien toco la puerta de mi habitación — ¡NO QUIERO VER A NADIE! — grité suponiendo que era mi madre, era la única que se encontraba en casa.

—Mi amor... Kagome, abre la puerta por favor — al escuchar su voz, me levante de la cama y lo deje pasar, me arroje a sus brazos y lo abrace —Yo... yo... no fui... aceptada — me partía el alma decírselo, más ahora que él sabía sus resultados.

—Tranquila — continuó abrazándome —Ya veremos que hacer ¿Sí? — me dio un beso en la frente —No es el fin del mundo mi amor

— ¿Cómo dices eso Miroku? Tú no puedes perder tu lugar en Barcelona... No es justo — ¿Cómo podía decirme eso tan relajado? Jamás me perdonaría si renunciaba a sus sueños por mí.

La vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora