Odio y deseos

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Un solo dios veía la escena que la dos mujeres estaban formando y sonrió al ver a la elfa destrozada. Junto a la chica que para el estaba a un paso de caer en la oscuridad

En medio de las dos mujeres que se separaron con un grito desgarrador de la mas joven y sonrió. Una sonrisa que ningún mortal podría igualar, la sonrisa perteneciente al Dios de la muerte. El mismo que hecho brazas al fuego casi extinto de la chica

La veía desde una posición donde nadie lo descubrirá, el Dios vio como la Gran elfo de ojos jade perdía su brillo. Junto al alma que anhelaba muerte de la chica de pelo dorado

-Oye Vito-chan ya es hora-

El Dios se dirigió a su escolta el joven de pelo tan rojo como la sangre y una sonrisa que no iba con la frialdad de su rostro

-de acuerdo-

El hombre solo afirmo y camino detrás del dios que iba tan emocionado como un niño cuando le compraban un juguete nuevo. Pero, mas siniestro que un monstruo masacrando a miles de humanos

-Enserio es fácil derrumbar a los mortales. no lo crees? -

Fue lo que el Dios dijo al ver a Riveria y su acompañante solo sonrió

-Si-

Los dos también entraron al calabozo sin que la elfa que estaba arrodillada en medio de la lluvia los viera y siguieron a su objetivó

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No habían palabras que describieran los ojos de la chica. Aquellos que ya no tenían el brillo dorado que a su maestra peli plateada le gustaba

Solo un profundo odio oscuro que se parecían a una muñeca cuya alma era inexistente y una pequeña niña estaba con la mirada gacha solamente pudiendo ver la espalda de su yo mayor. Tratando de decir algo que no podía salir de sus pequeños labios que ahora temblaban de miedo

Mientras la chica estaba repleta de rabia, odio y una ira tan aguda como lo tenia por la calamidad del mundo. Solo que ahora un sentimiento estaba escondido dentro de ella, encerrado dentro de los sentimientos negativos

Cada monstruo que veía era convertido en ceniza incluso mas impulsiva que antes. Sus ataques eran mas ofensivos que antes y incluso aunque no llevara ninguna herida consigo seguía bajando pisos

Aiz estaba arremetiendo contra los monstruos. Las enseñanzas de su maestra se hacían presente en cada piso nuevo

Sus ataques eran mas suicidas de los que una vez fueron y su espada, la que le dieron sus lideres estaba llena de sangre

Aun su viento mantenía su color verde claro, pero, estaba enloquecido cubriendo el delicado, pero, fuerte cuerpo de la chica

pronto llego a la entrada del piso 11 donde había estado esta mañana con su maestra y donde fue su ultima sonrisa ese día.

-el esta muerto-
-queríamos protegerte...-
-vuelve conmigo-

Esos pensamientos pasaban una y otra vez por la mente de Aiz. Pero, solo uno llegaba a su corazón y lo maltrataba *el esta muerto* esa era la única oración en la podía pensar y justo cuando llego al piso 11 dos <infan dragón> se le acercaron

Y esta vez ningún joven de ojos amables y fríos, llegaría a su rescate lo cual mas la incitaba a pelear

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Thanatos seguía bajando rápidamente con una enorme sonrisa. Ya en los niveles del piso  9 podía ver los destrozos que su objetivo dejaba y cada vez mas se alegraba por el terreno que sus palabras habían llevado a la pequeña niña

-vamos Vito-chan, ella esta por llegar-

Thanatos estaba sonriendo una sonrisa tan alegre que se confundiría con un niño cuando le dan su dulce favorito. Pero, al Dios no le interesaba ningún dulce. ¡No! Lo que el queria era ver era la llama oscura que tenia la chica

danmachi: El sueño de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora