Cap4- Trampa Familiar

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Elena García.

Maldad, frialdad era lo que transmitía ella, una mujer poco amable,  orgullosa, habilidosa, astuta y mentirosa, creerle no sería una opción, pero, si la atraparía con una mentira.

¿A caso estaría diciendo la verdad? No lo creo.

Aún siento que es un engaño, no debo creer en nadie, solo en mí.

– ¿De dónde vienes? ¿Cómo sabes que el desconocido viene por mí?– pregunté, dejando al sujeto con Kassidy.

– Secuestro– respondió tajante.

No le creo, después de muchas cosas, esa información podría ser una trampa. Me acerqué a ella y la tomé del brazo fuertemente, mis expresiones se volvieron ruda y malvada.

– Te pregunté... ¿¡De donde vienes, a caso no puedes responder!?

Sabía que Kassidy me observaba porque sentía su mirada en mí, pero estaba concentrada en Regina, en su gestos, en como hablaba su cuerpo ante mi reacción, quiero saber si dice la verdad o una mentira.

– Elena, me tenía secuestrada como crees que lo voy a saber, ¿¡Ah!? ¿¡A caso cuando tu estabas secuestrada sabías donde estabas!?

Golpe bajo. Pero noté tres cosas raras en ella.

1 Nunca me dice "Elena", es una mujer muy orgullosa para decir mi nombre, mi apodo era "querida", con esa palabra ella mostraba seguridad, arrogancia y superioridad, decir lo
contrario es forma de ocultar algo.

2 Para estar aterrada no lo está, solo asqueada.

3 Ella me desprecia, y,  ¿Viene a decirme del desconocido? ¿Qué extraño, no?

– Tan traumada quedaste que vienes a decirme que vienen por mí, ¿Fué el karma por estar secuestrada o de hacer planes con personas que no te dan confianza?

Se quedó callada, pero su expresión decía que tenía la razón y seguí hablando:

– ¿Qué pasa querida, ahora si quieres que te perdone o te quedarás callada?

– Mira Elena, controla tu tono...

– Eh.. eh.. ahora yo soy la autoridad y más respeto hacia mí persona Regina, no te equivoques, no soy la niña a la que dañó hace cuatro años atrás.

Regina ha pasado algunos límites y aún pasa sobre ellos.  Esta vez yo tengo poder y no lo permitiré.

– Mira Elena ya tuve suficiente con ese bastardo, ¿tú crees que estoy con él?  Querida no te equivoques, alguien como yo, no puede...

La interrumpí.

– ¿Alguien como quién? Por favor Regina, ¿No te has visto? Creo que son tan iguales, así que no digas más nada, todo...

– Y ahí viene el discurso del oficial, que todo lo que hable será en mi contra, cuando estoy tratando de decir que todos estamos en peligro, ¿¡Qué no entiendes Elena, o, cómo te digo, oficial Elena!?

– ¡YA!... –Dijo Kassidy.

– ¡Noooo! ¡Ahí viene!– dijo Regina aterrada.

Kassidy y yo observamos todo el lugar, pero no encontramos a nadie.

– Mira Regina si es uno de tus juegos, te juro que esta arma va hacer disparada y no para que estes viva– dijo Kasisidy.

– No, no, es verdad, esta ahí.

Mi mente se oscureció, estábamos buscando, pero no había nadie.

Espero que sea él, para destruirlo.

La Cabaña 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora