33. La foto

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—Entonces, cuando sientas un jaloneo, debes girar rápidamente el carrete— Explicó, y yo asentí

Estábamos en un lindo puente sobre el río. El padre de Angelina me estaba enseñando a pescar.

Según él, toda persona que se una a los Winters debe aprender a pescar.

Se preguntarán cómo llegué hasta acá, pues es una larga historia. Angelina me llamó en la mañana y me dijo que su padre me estaba invitando a un paseo. Dije que estaba castigada, pero nadie sabía que mi padre y el padre de Angelina eran socios, por lo tanto, mi padre me dio permiso a pesar de que estaba castigada.

Al principio estaba nerviosa, era la primera vez que vería a sus padres.

—Listo Cal, ahora debes lanzar el anzuelo—

Asentí e hice lo que me ordenó.

—Bien, ahora sólo debes esperar el jalón que te expliqué—

El señor Winters se volteó y activó la radio. Al instante se oyó la pieza entrante de Paranoid de Black Sabbath.

Abrí mis ojos sorprendida a lo que acababa de ocurrir.

—¿Le gusta el metal?— Pregunté cuando volvió a mi lado

—Pero claro— Sonrió —A quien no le gusta Black Sabbath—

A mi familia.

—Vaya, vaya...— La voz de Angelina a mis espaldas me hizo voltear —Quién diría que la famosa Callie Torres estaría pescando junto a mi padre— La castaña se apoyó de espaldas al barandál y se cruzó de brazos

—Yo dije que le enseñaría la pesca a toda persona que se le ocurriera varar en esta familia— Dijo, a la vez que servía un vaso de whisky.

—Cal, no debes hacerlo si no quieres, pescar es muy aburrido— Murmuró

—Angelina, cuidado como hablas de los gustos de tu padre— El hombre la apuntó y su hija se encogió de hombros.

—Pero es verdad, que tiene de divertido esperar a que un inocente pezcadito se le ocurra meterse a un anzuelo— Explicó

—Eso no es lo divertido—

—Entonces qué—

Los gritos de Angelina a mi derecha y los del señor Winters a mi izquierda. Ambos defendían su postura ante la pesca, y yo solo me limité a prestar atención al lago.

—Oigan...— Hablé entre medio de todo el alboroto —Oigan— Volví a hablar pero no me oyeron —¡Oigan!— Grité

—¿¡Qué!?— Ambos se voltearon a mi

—Creo- creo que atrapé algo— Confesé

—¡Gira Callie, gira el carrete!—

Asentí e hice lo que me pidió.

Abrí mis piernas y comencé a girar de la perilla con bastante fuerza.

—¡Joder!— Chillé

Aparentemente no era tan fácil como pensé.

—¡Jala fuerte! ¡Tú puedes!— Angelina gritó por el otro lado

Tu puedes Calliope.

Abrí un poco más mis piernas, cerré mis ojos y entregué toda la fuerza que tenía.

—¡Ya!—

Solté el aire de mis pulmones y abrí mis ojos. Al abrirlos, veo a la presa atascada en el anzuelo.

—¡Amor, lo hiciste!—  Angelina gritó feliz y se lanzó a mis brazos.

Amor...

—Felicidades Callie, ninguno de mis yernos y nueras había logrado pescar un pez— El padre de Angelina tomó el pez y lo descolgó —Es un buen pescado— Sonrió al verlo —¿Por qué no van y se lo entregan a Rosa para que lo cocine?—

taking care of you from a better placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora