To be Alive

I : Cómo llegue aquí?

-Esa no es... esa tampoco... como pueden tardar tanto?- Susurraba para si mismo impacientemente un chico de casi 30 años, con un look juvenil, jeans rasgados en sus rodillas, camiseta blanca y chaqueta de cuero con una mochila en su espalda cubierta por su cabello negro y un mechón turquesa frente a la transportadora de equipajes esperando sus maletas.

-Eh, Yoru! Esa no es la cinta, es acá!- Se oyó un grito femenino a unos diez metros de distancia alejándose.

Junto a la chica quien vestía similar a su amigo, dos muchachos más con el mismo estilo se alejaban corriendo hacia la cinta que traería sus equipajes, Yoru corrió a encontrarles cuando observaron todas sus maletas e instrumentos saliendo una tras otra, apresuraron a sacar todo ya que aquel 1 de abril de 2023 siendo las 12.12 del mediodía ya deberían estar en camino a la prueba de sonido en la ciudad de Los Angeles, California. "Alive" es el nombre de estos cuatro muchachos, quienes socialmente tal vez ya no se les podría considerar tan jóvenes, sin embargo sus apariencias y maneras de ser distaban mucho de sus edades reales. Tras ellos a paso cansado el encargado de su supervivencia y sonido, Harold, de la misma edad observaba su móvil mientras decenas de mensajes y llamadas entraban, "Donde están?!" era la tónica de aquellos, ya que para esa hora no era el aeropuerto en donde deberían estar con exactitud.

-Vamos, el transporte esta afuera, es un mini-bus de color negro.- Exclamó Harold pasando por un costado de los muchachos recogiendo la maleta técnica que contenía la consola, interfaz y sistema completo para poder tocar en vivo. Los chicos apresuraron en recoger las dos guitarras de cada músico, dos bajos, dos maletas con la ropa de todo el equipo y tres maletas más con los pedales de efecto de cada quien.

-No crees que ya es momento de contratar a un roadie?!- Gritaba Yoru subiendo todo lo que podía a un carro de transporte rápidamente mientras Harold se alejaba hacia la salida.

-Sam y Alonso trabajaron años en eso, aguantaran un poco más, si el show de mañana sale bien recuerden que no necesitaran cargar nada nunca más en sus vidas.- Alardeaba Harold desde el frente con los cuatro sujetos tras el llenos de maletas sin quitar la vista de su móvil para poder reconocer el transporte al momento de salir.

Un par de minutos bastaron para que aquellos cinco dieran con la salida y eventualmente con aquel mini-bus negro. Su aura de desorden y ansiedad podía sentirse a metros de distancia mientras corrían alborotadamente entre los pasillos, y también su llamativa forma de ser no podía permitirles pasar inadvertidos. Un par de sonidos de cámara se sentían al pasar entre la gente, ya que la banda proveniente de un recóndito país había logrado no hace mucho un mediano reconocimiento gracias a sus shows en vivo, las redes sociales y el plan de difusión de su actual sello, eso y el arduo trabajo que constantemente ponían tanto en sus canciones como en todo el universo que habían creado para su proyecto: un videojuego en beta, cuatro EPs en dos años, cada canción con un videoclip, cada canción traducida al inglés, el arte, la mercadería, el concepto, el producto en si estaba tan bien planeado después de meses de trabajo en equipo que en aquellas próximas horas denotarían el momento donde todo podría salir excelentemente bien, o catastróficamente mal.

Harold había estado en contacto el último tiempo con conocidos productores de eventos en Los Ángeles, y  para la fecha tenían planeada la primera edición del CoreFest International, ya que previamente las ediciones de CoreFest a nivel nocional habían sido un éxito, CoreFest llegó en reemplazo de lo que alguna vez fue Vans Warped Tour, una de las giras mas famosas dentro del área y siendo aquella un generador de bandas populares por excelencia, sin embargo la sonoridad más agresiva era la que se apoderaría esta vez de los escenarios en un venue que albergaría quince bandas en tres escenarios al día siguiente.