I

49 7 2
                                    

Sonreí frente al espejo, contemplando mi reflejo, enfundado en mis pantalones favoritos, mezclilla oscura con agujeros intencionales que se ajustaban a mis piernas como una segunda piel lo suficientemente cómodos como para moverme, acompañados de una camisa negra, mi segunda chaqueta favorita, esa de cuero que lucía un tanto más casual, las botas con cadenas, los anillos en mis dedos, el cabello revuelto y los lentes oscuros. Listo para mi cita.

Tome las llaves de la camioneta, una Hummer H3 negra que conseguí para trasladarme a obra, a pesar de que no era mi manera favorita de viajar, estaba consciente del tiempo que mi Mochi invierte en peinarse y dejar su cabello impecable, quería que luciera fabuloso y se sintiera así, el casco no ayudaría con ello así que la camioneta era la manera ideal. Me estacione en el motor lobby de la tan bien conocida residencia, a este punto de la relación no hacia falta más que enviarle un mensaje a mi omega avisándole que estaba afuera para que saliera corriendo a mi encuentro, así que eso hice con la mirada fija a la puerta, conté hasta tres y entonces tuve que contener el aliento en cuanto lo vi salir con esa sonrisa que hacia sus ojos cerrarse por completo, vistiendo ese pantalón negro con esa camisa de seda en tono azul, la cinturilla negra, los zapatos y el maquillaje sutil con sus acostumbrados brillos y sombras ligeramente oscuras que le daban intensidad a su mirada, como si eso fuera posible, como esperaba el hermoso cabello rubio perfectamente peinado tal como un príncipe –hola- sonreí como un idiota mientras lo veía tomar asiento y cerrar la puerta, fue hasta entonces que note la bolsa de regalo que sostenía sobre su regazo, no pregunte, era obvio, esperaría el momento

–hola- dijo con una sonrisa un momento antes de inclinarse hacia mí y besar la comisura de mi boca, dejándome con los ojos cerrados esperando por más, inhalando su aroma a frambuesa en el aire; como si leyera mi mente sonrió cerca de mi rostro para después presionar sus labios contra los míos, comenzó suave besando el belfo inferior hasta succionar ligeramente haciendo mi boca abrirse entonces introdujo su lengua tocando apenas la mía con la punta, volvió a sonreír contra mi boca con mis manos aferrándose a su perfecta cintura –¿nos vamos?- dijo en voz baja, su nariz recorriendo mi mandíbula camino hacia mi aroma donde inhalo con fuerza

Asentí –te ves exquisito hoy- la voz salió más ronca de lo que esperaba, producto de la inevitable excitación que me provocan sus besos

Se arrojó hacia atrás, acomodándose en el asiento –gracias- se abrocho el cinturón –¿porque mi alfa es tan lindo?- preguntó, como siempre lo hacia, era su forma de decirme que le encantaba

–porque te amo- dije poniéndome en marcha

–y yo a ti- murmuro -¿me dirás a dónde vamos?-

negué con la cabeza –entonces no sería una sorpresa-

–por favor Hobi, necesito saber-

Repetí el gesto -es nuestro quinto aniversario, resiste el no tener el control sobre esto- lo vi suspirar de reojo, Jimin el flamante abogado obsesionado con el control, no se permite un evento inesperado en su vida aunque yo sabía que en secreto adora las sorpresas, al menos las mías y estaba seguro de que esta iba a encantarle. El recorrido no nos tomaría más de quince minutos, aún así puse algo de música para amenizar el viaje, mientras Jimin se distraía en su celular con su mano libre sobre la mía en la palanca, la acostumbrada rutina. Tuve que sonreír al adentrarnos en el camino, esperando su respuesta, lo vi asomarse por la ventana con la expectativa creciendo dentro de él, no dijo palabra, no hasta que llegamos justo frente al restaurante EVETT

–no es cierto- su voz extasiada me decía que todo había valido la pena, se giró a verme con sus ojos brillantes –no es cierto ¿Cómo lo conseguiste? no hay reservaciones disponibles al menos en seis meses!!-

| WASTE IT ON ME |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora