𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍, ares hidalgo

introducción

-ˏˋ𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍ˎˊ-

ARES HIDALGO

ESPERABA A RAQUEL EN SU CUARTO, dado a que teníamos que hablar del como lo haríamos con nuestra relación a kilómetros de distancia. Honestamente yo creo que superaremos la distancia, hemos pasado por mucho y creo profundamente que estoy enamorado de mi brujita.

Agh, que cursi sonó eso... Pero no me culpen, me junto demasiado con Hope y Apolo, y sus modismos cursis se me pegan.

—Hola Ares—escuché la voz de Raquel, lo que hizo que saliera de mis pensamientos y que me concentrará inmediatamente en ella.

—Hola bruja—le sonreí y me acerque a ella para así darle un corto beso en los labios.

Ella me sonrío incomoda.

Esta bien, eso fue raro.

—¿Estás bien?—pregunté, comenzando a preocuparme. Llámenme paranoico o no, pero Raquel siempre me daba una sonrisa cada vez que me veía (a menos que haga hecho algo que no le agradara, cosa que no he hecho).

Raquel me miro fijamente por unos minutos, su silencio y su mirada estaban haciendo que me pusiera ansioso y atento a cualquier acción o palabra que saliera de ella.

—Terminemos.

¿Qué?

Raquel ya no me miraba, sus ojos estaban en cualquier otra parte de la habitación menos en mi.

Solté una carcajada nerviosa.

—Estás de coña ¿no?—ella seguía en silencio— ¿No?

Raquel seguía en silencio.

—¿Por qué?—dije en un susurro que sé que perfectamente oyó.—¿Hice algo que te molestará? Dímelo y lo cambiare... Raquel, ¿por qué?

Luego de unos minutos Raquel alzo su mirada hacia mi.

—Ares... Empezaremos la universidad y estaremos distanciados... No lo se, creo que es lo correcto...

—Pero existen las relaciones a distancia... No lo se Raquel, pero se que podemos hacer algo para que lo nuestro perdure.—dije en un intento desesperado de hacerla entrar en razón.

—Ares, entiéndeme... Sabes que las relaciones a distancia no funcionan... O al menos no estoy tan segura que contigo...—sus ultimas palabras fueron dichas en un susurro, pero la escuché perfectamente.

" O al menos no estoy tan segura que contigo" ¿Qué significaban esas palabras?

—¿No confías en mi?—le pregunté.

Silencio.

Bufe, y camine hacia su ventana.

—Ares...

—¡No! Raquel, escucha, se que en el pasado fui un imbécil con muchas personas, incluyéndote... Pero he cambiado, sabes que he cambiado. No miro a nadie que no seas tú... Y ¿sabes el por qué? ¡Porque estoy malditamente enamorado de ti! 

Raquel solo me miraba fijamente.

Sentí como mis ojos comenzaron a picar. Me di la vuelta rápidamente para largarme de esa habitación.

Antes de que me fuera, sentí su mano en mi brazo.

—Lo siento Ares... Pero si el destino nos quiere juntos, encontrará la forma de encontrarnos en el futuro y te prometo que desde en ese entonces no me ire de tu lado.

Luego de eso soltó mi brazo y me marche.

Y bueno, así es como el Dios Griego y su bruja se separaron.

Final de mierda, para una persona de mierda ¿no?