ENAMORADO DE MI PROFESOR 2 (Onkey)

Capítulo 10

—¿Por qué que?

Las palabras no lograban salir de su boca, se le estaban acumulando en la garganta creándole un nudo. La mirada del mayor ha perdido brillo sin duda, algo le ha pasado pero después de tanto ¿acaso tendría el derecho o estaba en la posición de preguntarle algo? No, Kibum no debía preocuparse en lo absoluto por el otro.

—Muévete —logra vocalizar después de algunos segundos y varios parpadeos que evitaron que sus ojos le jugaran una mala pasada frente a Jinki. No se permitiría llorar frente a él.

—Quiero hablar contigo.

—Pero yo no tengo nada que decir.

—Yo si. Por favor escúchame —Dice casi en una súplica. Era bastante patético como después de casi un año su estómago aun se estrujaba cuando estaba cerca de Lee Jinki. Pero aún así trataría de mantener su dignidad, o más bien, la poca que le quedaba.

—Te dije que te movieras. —Su tono de voz de incrementa rompiendo la paz del solitario pasillo. Jinki pone sus manos sobre la manga de la chaqueta de Kibum, quien le manda una mirada fulminante.— Parece que no entiendes. Piérdete. No vuelvas nunca más por ahí o te juro que te echaré agua fría. —Su amenaza parecía bastante seria, los dedos del profesor se deslizaron con suavidad liberando la tela.

—Te amo... 

Que palabras tan vacías para el menor. ¿Acaso Jinki lo había amado alguna vez? Sin embargo, quiso responder un "Yo también te amo. Te extraño. Y si, me conoces tan bien, en esos días lluviosos de invierno necesito que me abraces porque estoy muriendo por dentro." Eso era lo que quería decir.

—¿Siquiera sabes lo que eso significa? Tú no sabes lo que es amar. —Fue lo que salió de su boca en vez de lo que había pensado, bufó sacando su fastidioso por la presencia de su ex novio y metió la llave en la cerradura. No le permitió decir más, simplemente entró y cerró la puerta pero no pudo dar un paso más, su cuerpo se sentía tan pesado. Se recargó en la puerta y se fue deslizando hasta tocar el suelo.

—El amor eres tú. —Un murmullo del otro lado de la puerta fue lo suficiente para dejar salir las lágrimas que presionaban su corazón. Empezó a llorar como antes, con un dolor desgarrador, como si Jinki se estuviera llevando lo que le quedaba de su alma, no, como si Jinki estuviera tirando de su alma con él mientras se alejaba. Woohyun era una buena distracción pero tal vez no estaba dando lo que merecía. Y si, como a los seres humanos nos gusta actuar con el hígado en llamas en lugar de con la cabeza, decidió entregarse de lleno a Nam, confiar en él; finalmente, después de esos pocos meses que habían estado saliendo todo parecía ir bien, Woohyun incluso se había acoplado perfectamente a su grupo de amigos, aunque por lo bajo a ninguno de ellos le gustara decidieron fingir sus mejores caras solo para complacer a Kibum que venía pidiendo que no hicieran sentir incómodo a su hasta ahora saliente.

—En serio bebé, deberíamos ir este fin de semana a la cabaña que tienes en el bosque. —Insiste Woohyun tomando con suavidad la mano del opuesto.

—¿A la cabaña? —Kibum se soprende por la memoria que tenía su pareja, después de tantos años aún recordaba la casa en el bosque tenían los padres de Kim.— No se, no se si mis padres la estén usando. Ya sabes que están de viaje últimamente, tomando vacaciones y no quisiera llegar y encontrarlos.

—Pero nene, estoy taan estresado... Hazlo por mi, por favor. —Pone cara de perrito, la misma que solía convencer a Kibum en sus años de adolescencia.

—Mmm. Preguntaré, es todo lo que puedo hacer. —Sonríe.

—De acuerdo nene. Ojalá que no estén allí, así podemos pasar un fin de semana lindo. Tranquilos... —Se va pegando a su oreja causando algo de escalofríos en él.