La verdadera razón

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Lo supe desde que tome la figura de Hades en mis manos.

"Moriré en cualquier momento"—Pensé, estando adentro de aquel robot gigante. Escuche los gritos de Zoé y Percy desde afuera, no podía escuchar muy bien lo que decían solo escuchaba un zumbido en mis oídos. Como si mi cabeza estuviera a punto de explotar.

Tome los controles para poder controlar esa cosa lo mejor posible, tenia que hacerlo, era mi responsabilidad después de todo si alguien moría por esto seria mi culpa. De la nada se detuvo sentí un gran peso caerse de mis hombros, sentí que podía respirar normalmente de nuevo. Comencé a mover las palancas intentando romper el prototipo de alguna manera.

Logre que se diera un puñetazo en la cara el mismo. Me sentía mas confiada.

Seguía escuchando los gritos de los demás desde afuera, ahora podía oírlos mejor sin tener los chirridos del metal sonando como locos.

—¡Dale, Bianca!—Grito Percy.

—¿Esta ahí dentro?—Escuche a Zoé horrorizada.

De repente sentí que todo el lugar tambaleo, las palancas estaban siendo cada vez mas difíciles de controlar. Sentía que perdía el control.

—¿Cómo va a salir de ahí dentro?—Volvió a gritar Zoé. Me gustaría yo también saber como saldré de aquí.

Volví a tomar los controles, sentía mi corazón en el pecho y lagrimas salir de mis ojos. Logre hacer que volviera a golpearse la cabeza. Sentí como el interior retumbaba—¡Cuidado!—Escuche otra vez el grito de Percy. 

De repente sentí como mi cuerpo entero se quemaba, destellos azules recorrían todo el lugar, sentía las quemaduras y las descargas pasar por todo mi cuerpo, era el peor dolor que había sentido en mi vida. Si llegara a gritar del dolor estoy segura que no me hubieran podido escuchar por los destrozos. Escuche un estruendo, sentía que en cualquier momento me desmayaría, vi como la mano izquierda se terminaba de desprender y caía a la montaña de chatarra con un ruido horrible. Después el brazo izquierdo entero termino de desprender. Las articulaciones se estaban empezando a caer una a una.

Tome una de las palancas con las ultimas fuerzas que me quedaban, la maquina entera comenzó a correr tambaleante. 

—¡Espera!—Fue lo ultimo que escuche de Zoé antes de que todo se derrumbara. Todo comenzó a desmoronarse, la cabeza callo y luego el torso. El mundo se detuvo por un momento para mi, estaba a punto de morir. Lo sabia, lo sentía por mas que me doliera.

—"¡NO!"—Pensé—¡No estoy lista para morir!...aun no—Grite con la voz entrecortada por las lagrimas y el  miedo que sentía a flor de piel. Parecía que caía en cámara lenta viendo los pedazos de chatarra encima de mi que me aplastaría en unos segundos si no hacia algo.

¿Pero que podría hacer? Todo estaba pasando demasiado rápido.

"Solo quiero ver a mi hermano"—Fue lo único que pude pensar, lo ultimo que vino a mi mente fue el rostro sonriente de Nico, oh mi querido Nico.

"Che ne sarà di te in questo mondo senza di me?"

—Solo una vez, es todo lo que pido— Volví a ver la cara de mi hermano, y de repente todo se volvio negro.

Por un segundo pensé que había muerto, me sentí tan ligera y toda esa oscuridad me envolvió de un segundo para el otro. Después caí en nieve, era de noche aun. Mi cuerpo se sentía muy débil por las heridas, estaba realmente confundida ¿En donde demonios estaba?

Vi a lo lejos una fogata con con varios chicos alrededor, no eran muchos. Pero lo que mas sorprendió no fue eso si no que pude ver gracias al fuego. Estaba en el campamento mestizo.

¿Pero como era posible? ¡Hace tan solo unos momentos estaba apunto de ser aplastada por ese gigante!

Mi felicidad y confusión duraron poco, me sentía realmente débil y no solo era por las heridas del gigante. Era otra cosa aunque no tenia idea que era.

Camine unos pasos, necesitaba ver a Nico, aunque sea por un momento. Logre llegar a unos lados de las cabañas. Pude ver de reojo a las personas que estaba alrededor de la fogata.

Unos campistas que no conocía y algunas cazadoras del otro extremo y por fin pude verlo. Ahí estaba Nico con una sonrisa de oreja a oreja con su juego de mito-magia en sus manos intentando jugar con otro chico que parecía no prestarle mucha atención, pero el seguía con un brillo en sus ojos.

—Nico...—Dije dispuesta a acercarme a el, pero me di cuenta de algo cuando intente apoyarme en la cabaña. Mi mano traspasaba la madera, como si fuera un fantasma. 

Vi mi mano horrorizada dándome cuenta que estaba poco a poco volviéndose transparente. Mi cuerpo entero comenzó a ponerse transparente, vi como sombras se acercaban a mis pies intentando jalarme. Era la primera vez que veía eso, pero por alguna razón sabia exactamente lo que significaba.

—Solo un momento, por favor—Suplique, sintiéndome cada vez mas débil.

Las sombras parecían no escucharme, mi cuerpo comenzó a deshacerse en sombras. Desvaneciéndome poco a poco, mire por ultima vez a Nico viendo su sonrisa por ultima vez.

—"Perdóname Nico, cuídate mucho por favor"—Pensé  antes de desvanecerme por completo entre las sombras.








Ultima oportunidad de decir adiós// One shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora