Dage, erge y Didi.

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Algunas cosas sobre este fanfic:

1. Jin Ling tiene un gemelo, en este caso es Rulan quien tiene una personalidad un poco mas parecida a la de Yanli.
2. Jin Ling y Rulan tienen 15 años, mientras que JingYi tiene 13.
3. Algunos personajes tendrán menos edad para conveniencia de la trama.
4. Jiang Cheng adopto a los gemelos, pero aún se llaman de tío y sobrinos.


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—Sus padres se encuentran en camino. Entonces, ¿ya dirán por qué fue la pelea?

Lan Qiren miraba al grupo de niños con una ceja alzada e intentando mantener su temple. Como director de escuela no era la primera vez que tenía en sus manos un caso de pelea escolar, pero lo inusual eran quienes habían sido participe en la pelea.

Por un lado estaban aquellos a quienes podía considerar sus "clientes habituales". Aquellos que por lo menos una vez al mes se sentaban frente a él intentando endulzarle el oído y llenarle de excusas por haber discutido o hecho alguna travesura. Qiren los conocía bien, y aunque constantemente les sancionaba no podía expulsarles debido a la influencia de sus padres. Aparentemente su posición como director no le daba el poder absoluto siendo que tenía a la Asociación de Padres de familia constantemente sobre su hombro.

Y por el otro lado estaba aquel extraño grupo que, honestamente, jamás espero verlos ahí.

Un alumno estrella, un integrante del club de música, dos deportistas en ascenso y el reciente campeón de poesía del estado.

Soltó un pesado suspiro ante la falta de respuestas por ambos grupos. Podía imaginarse el tipo de respuestas que recibiría de los problemáticos, por lo que prefirió enfocarse en los demás.

—Estoy esperando. Lan Sizhui, explica que pasó.

Pero solo obtuvo como respuesta que el chico de trece años mantuviera su mirada baja. Desde que había entrado a la dirección parecía incapaz de verle a los ojos y no era para menos. Lan Sizhui era su adorado nieto. Este jamás se había metido en algún problema y siempre había destacado no solo por su gran intelecto, sino también por su gentileza. Sin embargo, además que su usual pulcro uniforme estuviera lleno de arrugas y un botón salido, también había una gran sombra morada en su mentón.

—Así que no piensas hablar.—murmuró lentamente mientras acariciaba su oscura barba.—¿Y tú, Ouyang Zizhen? Siempre tienes mucho por decir.

El adolescente abrió mucho los ojos por la sorpresa de ser elegido, antes de tensionarse. Parecía que buscaba las palabras para explicarse, a juzgar como abría y cerraba la boca constantemente, asemejándose a un pez.

Era extraño como aquel que había ganado innumerables concursos de escritura, poesía e incluso de oratoria no tuviera las palabras para dar una simple explicación. Por lo menos Zizhen no parecía muy herido, solo el moño que solía usar estaba completamente desordenado haciendo que algunos mechones de cabello estuvieran fuera de su lugar.

Finalmente el chico consiguió encontrar las palabras, y con una voz rasposa respondió.

—Disculpe señor, pero no creo poder explicarlo. Es mejor si les pregunta a JingYi y a los Jin.

Qiren entrecerró los ojos, apretando su entrecejo como una manera de aminorar el dolor de cabeza que comenzaba a formarse. Justo había intentado evitar preguntar a esos tres chiquillos porque a pesar de que estos jamás habían puesto un pie en su oficina, sabía el desastre que eran juntos.

Probablemente toda la escuela era conocedora de la mala relación que existía entre los tres. Jamás habían peleado de forma que no fuera verbal, y usualmente estas eran interrumpidas por profesores o por sus amigos.

Dage, erge y didiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora