Los cuatro templos

310 38 21
                                    

He intentado dejar este sentimiento, pero no puedo escapar de este tormento. Siento que te conozco desde antes.

Stratovarius

Joselyn G.

La sangre entra en mí vena y yo no puedo sentirme asqueada aunque no tiene caso que me sienta así pues soy hija de Freya. Llevo su sangre maldita en mi cuerpo y eso es lo que maldice.

Entra Adonis a la habitación con un ramo de rosas rojas y las deposita en la mesa para mi.

—Hola. Te ves mejor—. Me dice el con una sonrisa.

No debería venir, la vida de el peligra solo por hablarme y no hablo de Horus precisamente. Sino más bien de un enemigo peor.

—Hola Adonis, bonitas rosas, gracias—. Le digo con amabilidad.

La luz entra por las ventanas dando una gran iluminación a la habitación de mis padres. Estoy durmiendo aquí, tengo que admitir que me siento más segura aquí que en mi propia habitación.

—La vi y pensé automáticamente en ti por lo bellas que están.

El da una sonrisa encantadora, me pregunto si forzaron a Freya a donarme sangre o le nació a ella hacerlo. Hay días que mi corazón se entristece al pensarla en esa celda y otras veces la odio al punto de querer estrangularla con mis propias manos.

Esta terrible mal.

—Adonis. Ya no sigas viniendo Adonis, casi mueres esa noche, no quiero más muerte aunque esta siempre ronde—. Hablo con claridad.

El se ve afligido por mis palabras, no hay futuro en esto, yo no tengo un futuro brillante. Se muy bien que moriré, lo presiento en mi piel.

—Te pido una disculpa por mi comportamiento del otro día pero me sentí celoso, celoso de Horus. Te amo—. Dice el desesperado.

Yo veo al frente mientras escucho esa confesión, cierro los ojos un momento y analizo su sentimiento.

—No me amas—. Le digo con voz seria.

El abre la boca de manera ligera y sus ojos se ponen algo pañosos, me siento algo culpable por hacerlo sentir mal pero esto no es amor.

—No conoces mi sentimientos, no hables como si me conocieras. Me gusta Joss, de verdad que lo haces, eres hermosa, auténtica, bella, amo quien eres, me haces feliz—. Doy una ligera sonrisa al oír eso.

Fue lindo pero este guión no va así, ni el escenario tampoco es el correcto.

—Lo que tu sientes es rivalidad. Tienes un sentimiento de envidia a Horus. Quieres lo que Horus tiene, eso es lo que pasa. No me amas, amas la idea de competir contra Horus, amas la idea de tener lo que Horus anhela, eso es lo que pasa y no te juzgo. Los culpables son Ventura y el difunto rey Bruno por haber alimentado esa competencia entre ustedes, estoy segura que hubieran sido grandes amigos pues lo tienen todo para ser amigos—. El se queda mudo ante mis palabras.

Baja su mirada y oculta su rostro entre sus manos, se que di en el clavo. No siente algo real por mi, lo más real que sintió fue atracción física nada más. Pero no algo por lo que valga la pena luchar y intentarlo.

DONDE VOY [5] OMEGAVERSE +19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora