Único

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Ver a su maestro con una sapuri y dispuesto a tomar la vida de Atena fue una total sorpresa

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Ver a su maestro con una sapuri y dispuesto a tomar la vida de Atena fue una total sorpresa. Jamás pensó que el hombre que lo entrenó para protegerla de cualquier enemigo se convertiría en la amenaza, sin embargo, ha vendido su alma a Hades por un deseo egoísta y no se echará para atrás aunque se trate de él.

Ambas Exclamaciones de Atena estaban chocando y si no había un ganador destruirían todo el santuario. Decidió, junto con sus amigos, colocarse a los lados de estas y tratar de dirgirla hacia los caballeros revividos. En ese instante notó como si Camus estuviera llorando, aquello le hizo sentir una punzada en su pecho y bajo la cabeza intentando no descuidarse. El hombre que le enseñó que los sentimientos son una debilidad y debía deshacerse de ellos estaba llorando por dentro, su maestro tenía más emociones contenidas de las que él pensaba. Le reconfortaba saberlo, aunque aún no comprendía el porqué las ocultaba. Entre aquel descubrimiento y las palabras de Seiya su séptimo sentido despertó logrando con sus compañeros enviar la Exclamación de Atena al cielo.

Una vez que Shion terminó de contarles sobre sus verdaderas intenciones para volver al santuario, las gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas y se perdieron en su dañada armadura

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Una vez que Shion terminó de contarles sobre sus verdaderas intenciones para volver al santuario, las gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas y se perdieron en su dañada armadura. Su maestro decidió perder su título como caballero para poder proteger al mundo, todo por la diosa Atena. Se lamentaba el haber pensado que Camus era un cobarde, él no era así y se lo había demostrado con acciones más veces de las que recordaba.

Ahora sólo esperaba verlo aunque fuera un segundo para pedirle disculpas.

Irrumpieron en el Castillo de Hades por la enorme claraboya rompiéndola en el proceso. Los caballeros estaban en el piso y no parecía que pudieran levantarse, pero lo que llamó su atención fue el hombre de pequeña estatura que vestía una sapuri y golpeaba a su maestro con total libertad. Al verlo este se echó para atrás golpeándose con una enorme roca que cayó del techo.

La vida temporal que Hades le otorgó a los caballeros se había extinguido y se iban a convertir en pequeños puntos de luz imperceptibles. Hyoga se acercó y lo tomó en sus brazos, lo abrazó tan fuerte como no pudo hacerlo aquella vez en las Doce Casas, por Isaac que lo adoraba más que a nadie y por él que lo perderá por segunda ocasión. Las lágrimas bajaron solas cayendo sobre la piel contraria, sería la última que podría verlo, las última palabras que escucharía de él.

──Maestro, lo siento tanto. Había ocultado tan bien sus intenciones en el santuario que no pude evitarlo... no pude evitar llamarlo traidor, pensar en que era un cobarde que sólo buscaba beneficiarse sin pensar en los demás. Aún así logré ver en su rostro durante un breve instante, las lágrimas de sangre que caían y entendí que había algo más detrás de todo, pero ahora que lo sé me siento tan culpable.

──Hyoga, siempre tan emocional. Sin embargo, también debo disculparme contigo por hundir el barco de tu madre, mi anhelo de mantenerte alejado de la batalla nublaron mi mente y no escuché tus verdaderos deseos. ──Enredó sus dedos en el cabello rubio para intentar consolarlo.

El ruso sonrió, estaba agradecido de tenerlo como su maestro; sus enseñanzas, sus ideas, su forma de ser, todo sería parte de él y no quiere que sea de otra forma.

──No... olvides... para que sirve tu poder. ──Hyoga sintió como el cuerpo frío de Camus desaparecía entre sus brazos y unos copos de nieve con cosmo quedan en su lugar.

El espectro que anteriormente estaba pateando a su mestro se encontraba de pie y Hyoga no dudo en hacerle saber sobre su molestia. Lo derrotó con la última técnica que le había enseñado, la Ejecución de Aurora.

Esa fue su despedida para el mejor hombre que alguna vez podrá conocer, aquel que le enseñó su debilidad emocional y aprendió la fortaleza tras las emociones. Aquel que le mostró la felicidad en cosas pequeñas como la literatura francesa, el reconfortante abrazo bajo las cálidas leñas o el simple hecho de escucharlo hablar sobre su vida. Sólo podía decirle gracias por todo.

¡Qué tal, estrellitas! Esto es algo random que se me ocurrió mientras veía la saga de Hades otra vez jakska, aviso que no está editado y puede existir algún error

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¡Qué tal, estrellitas! Esto es algo random que se me ocurrió mientras veía la saga de Hades otra vez jakska, aviso que no está editado y puede existir algún error.

Fue complicado escribirlo ya que no sabía si utilizar el término "santo" o "caballero", al final y como verán, decidí usar el segundo aunque no sé que tan aceptado sea. En fin espero que lo hayan disfrutado y que los personajes sean lo más parecido a su versión original (o su adaptación en este caso). Ojalá en un futuro me animé a escribir más sobre SS ya que es uno de mis amores olvidados.

Maestro y AlumnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora