BAD LUCK - SEUNGCHAN / CHANMIN (adaptación)

Capítulo nueve

— En realidad, estaría bien que sintieras celos de Innie— dijo Felix, con una mano en su mentón y una mueca en sus labios.

Los pequeños ojos del gato negro lo miraron.

— Considerando que tú das mala suerte e Innie da buena suerte... son como polos opuestos— dijo el tigre—. No sé por qué no lo había pensado antes.

El gato negro maulló, rodando sobre su lomo para que sus patitas tocaran al suelo, antes de cambiar a su forma humana.

— ¿Los conejos dan buena suerte?

— Sus patas dan buena suerte— corrigió el tigre—. E Innie tiene cuatro así que tiene mucha buena suerte.

Seungmin frunció el ceño, un pequeño mohín se instaló en sus labios.

— ¿Un mentiroso da buena suerte y yo no?

— La mentira no se relaciona con la suerte, pequeño tigre.

Seungmin seguía molesto, su lindo humano pelinegro se había ido con el suertudo de Jeongin.

Aunque en realidad estaba triste porque no recibía atención. Y con las orejas caídas, comenzó a acariciar su peluda cola sólo para hacer algo, ya que Felix se había entretenido con la pelota de nuevo.

Sin querer, un maullido lastimero salió por sus labios.

Felix lo miró con ojos preocupados, él cubrió su boca como si así pudiera retener cualquier otro sonido triste que quisiera escapar.

— Creo que ya entraste en la segunda fase de los celos, tristeza— dijo el tigre, aunque no ayudo ni un poco al gatito.

Seungmin bajó la cabeza, ocultando unas lágrimas que brillaban en sus ojos.

— Oh, Minnie— Felix abrió sus brazos, ofreciendo un abrazo que el gatito rechazó.

Antes de que pudiera decir otra cosa, la puerta del cuarto se abrió, entrando Christopher rápidamente.

— ¡Seungmin! Estabas aquí, ¿Por qué te escondías? Te estuve buscando.

Christopher se acercó a los dos felinos, pero al ver la postura de su minino, se preocupó un poco, arrodillándose a su lado para acariciar su cabeza y orejitas.

— Gatito, ¿Qué tienes? — murmuró, inclinó a Seungmin hacia él, envolviéndolo con sus brazos, dejó besos sobre su cabeza en un intento por calmarlo— Minnie~, ¿Qué le pasa a mi gatito llorón?

Christopher continuó haciéndole mimos y dándole besitos, Seungmin se había acomodado casi encima de él, con el rostro escondido en su pecho, hasta que había empezado a ronronear.

— Lindo gatito, ya es tarde, ¿Vamos a casa?

Seungmin simplemente asintió y cambió a su forma animal sólo para que Christopher pudiera cargarlo. Ambos salieron de la casa de Hyunjin, con el castaño sintiéndose cálido entre los brazos del pelinegro.